WhatsApp: ¿pagar o no pagar? esa es la cuestión
11-III-2013
Se ha hablado ya muchas veces de este tema; en principio mi idea era no comentar nada, pero al final, y ahora que vuelvo a opinar por aquí de manera más o menos frecuente, independientemente si acertadamente o no, y como entiendo que alguien querrá saber cuál es mi opinión sobre todo este tema: aquí la muestro. También me ha animado a escribir estas líneas un artículo que leí hoy de Enrique Dans: «Los 0.89 euros y la mezquindad»; con el que estoy de acuerdo en casi su totalidad.
Y digo casi porque, pese a que tenga cuenta abierta en alguna de las muchas alternativas a WhatsApp, como por ejemplo Line —que tan de moda está volviéndose a poner ahora entre la gente normal, gracias a Michelle Jenner y Hugo Silva—, el porcentaje más alto de mi lista de contactos está en WhatsApp. Y no es que estén ahora, porque siempre estuvieron: quiero decir que siguen en WhatsApp.
Y este es el punto que lo cambia todo. Estoy de acuerdo con los que prefieren Line: yo también. También estoy de acuerdo con los que dicen que WhatsApp es una mierda; lo secundo y añado: en WhatsApp sólo se preocupan de sí mismos, importándoles un rábano lo que sus usuarios les demanden… y si era digno de mención cuando la aplicación no costaba un céntimo, en muchos casos, ahora que hay que pagar por ella me parece gravísimo.
Muchos usuarios de WhatsApp, entre los que me incluyo, llevamos reclamando demasiado tiempo una aplicación para escritorio; esto es: para instalarla en el ordenador. Aunque al principio pueda resultar curioso, y hasta adictivo, cuando pasas gran parte de tu tiempo delante de un monitor de más de 20 pulgadas en la mayoría de casos, es bastante chocante que para establecer una conversación debas hacerlo, en el terminal más generoso, en una pantalla de alrededor de las 5 pulgadas. Y no por gusto, sino por imposición. ¿Que no es la idea original de WhatsApp? Vale, pero las ideas deben cambiar acorde a como cambien los gustos de los usuarios de un servicio. Y esto es algo que Line, por ejemplo, ofrece desde el primer día. Dejando a un lado la calidad de sus aplicaciones que, como todo, pulirán y mejorarán con el tiempo. WhatsApp no era en sus comienzos lo que hoy día es, pese a que cambios no hayan habido demasiados por más que hayan sido demandados; por lo que comenté antes: porque no les importan las opiniones de sus usuarios.
Eso sí, también hay que reconocerle a WhatsApp el mérito que tiene cambiar la mentalidad de todo el mundo. Haber sido la primera en hacernos ahorrar 0.15€ por cada SMS enviado, con el desafío a las operadoras de telefonía móvil que conlleva.
En nuestro siempre sabio refranero español encontramos grandes perlas, siempre habrá una para aplicar en cada caso, pero la aplicable a éste es demasiado fácil y conocida por todos: «a caballo regalado no le mires el dentado». Y es que si algo es gratis ¿de qué va a quejarse nadie? O sí, podrá quejarse alguien, como en mi caso, que desde que descubrí que otra alternativa era posible —y mejor— he criticado muchas veces a WhatsApp. Siempre teniendo en cuenta, claro está, que como es un servicio gratuito si no me gusta sólo he de dejar de utilizarlo. Pero ¡ay! la cosa es bien diferente cuando las condiciones de ese servicio advierten que en determinado momento el servicio será de pago, al final se cumple y, como parece, se hace realidad. A partir de ese momento tienes todo el derecho del mundo, no sólo a quejarte, sino también a que tu opinión sea tenida en cuenta; y más si las opiniones son compartidas por grandes mayorías. Has pasado de ser un usuario de un servicio a ser un consumidor de ese servicio. Y eso tiene aparte de deberes —en este caso, pasar por caja— también derechos como consumidor.
Según publican en el periódico 20 minutos: «Whatsapp deja de cobrar su cuota anual… por ahora». Es una información que no sé si será coincidencia o fruto de la casualidad, ya que la compañía todavía no ha anunciado oficialmente nada. Pero más allá de eso, porque por términos de uso en un momento u otro habrá que pagar, aunque no sea ahora. ¿Merece la pena pagar por WhatsApp? Sean 0.89€ o cuantos sean. Habiendo alternativas mejores, ¿merece la pena?
A mí, poco tiempo antes de que empezaran a hacerse efectivos los pagos, me renovaron el tiempo de la licencia un año más, como solían hacer antes, debido a esto yo tengo la cuenta en vigor sin tener que pagar un céntimo hasta febrero del próximo año. Es decir: a mí esta polémica no me afecta; al menos no tanto como a quienes sí tengan que pagar ahora, o próximamente. Debido a lo que comenté, y pese a que me encanta Line, a que lo utilice prácticamente a diario, y a que cada vez vaya habiendo más gente nueva allí: la mayoría de mis contactos siguen estando en WhatsApp. Y en muchos casos, tal como yo hice al principio, hay contactos con cuenta en Line pero a la que ya no le dan uso. Y como allí no hay forma de saber si una persona hace un uso real del servicio, más allá de si tiene cuenta ya que ésta puede estar inactiva, realmente la lista de contactos puede ser bastante más reducida de lo que a priori se piensa.
A nadie va a arruinar pagar 0.89€ al año por una aplicación si la calidad de ésta y la atención a sus clientes es la adecuada. Lamentablemente no es el caso de WhatsApp. Demuestran ser una empresa conformista, y a veces el conformismo pasa factura; los usuarios van y vienen dependiendo si están a gusto con el producto ofrecido o no. Hoy puedes ser el rey y mañana que nadie se acuerde de ti. Si el conformismo hubiese estado presente antaño todavía viajaríamos en carreta tirada por animales para realizar nuestros viajes.
Pero los usuarios necesitamos una alternativa real; más allá de lo bonita que sea, de si es mejor, de si tiene aplicación de escritorio. Necesitamos una empresa que gestione el servicio preocupándose por nosotros, sus usuarios; teniéndonos en cuenta, trabajando por nuestra satisfacción. No por ser simples usuarios del servicio, sino por estar satisfechos de serlo. Sólo entonces la masa de usuarios se moverá hacia otra plataforma, y entonces tendremos una alternativa real a WhatsApp por la que sí merecerá la pena dejar de usar el servicio; sea de pago o gratuito. Una buena aplicación o una mala aplicación, en este tipo de servicios, no lo hacen sus prestaciones sino el volumen de usuarios que maneje. De nada me sirve tener una cuenta abierta en la mejor aplicación de este tipo si mi lista de contactos está vacía: no es útil.
Por tanto: ¿hoy pagaría por WhatsApp los 0.89€ que cuesta —ojo: no que los valga—? Hoy sí, sin duda. ¿El año que viene, cuando me toque hacerlos efectivos? O cambian muchísimo las cosas en WhatsApp o me temo que no los pagaré. Y no será por tacañería, sino porque para mí será una aplicación que no los merece. Y además, para entonces espero haber visto ya esa marcha masiva de usuarios hacia otros servicios mejores. Sin concretar ninguno, porque cualesquiera de ellos, a pesar de no tener usuarios, me parece mejor técnicamente que WhatsApp.
¿Has encontrado algún error en el texto anterior? Me ayudarías mucho si lo reportaras.
Y Spotbros? Española, segura, multiplataforma… y consume infinitamente menos batería que Line ni tiene sus horrendos iconos!!!
También es una buena opción. La tengo instalada, pero ahora mismo la tiene muchísima menos gente que Line. Apenas tengo contactos.
Curioso, con WhatsApp hemos vuelto a usar los SMS, volvemos a re-usar lo que ya deberíamos tener olvidado.
Mientras las lucrativas compañías “TIMO“fónicas, sacan millones al año con la estupidez publica, nos olvidamos que las infraestructuras de repetidores ya están instaladas desde hace mucho, seguimos pagando mucho por poco, el gobierno no hace nada, supongo que por intereses del listillo político de turno o simplemente por que tenemos politicos mas estupidos de lo que pensamos o nos hacen creer los medios de manipulación (¿comunicación?), nos acostumbramos a que nos timen y como el ser humano es animal de costumbres.… así es el sistema, ¿que le vas a hacer? ya estamos acostumbrados!!!
No es suficiente ¿pagar un mantenimiento?, también tenemos que pagar las futuras infraestructuras que tienen previstas aunque luego tarden décadas en instalar y ademas ya sean obsoletas con la repercusión de tener que volver a pagar.
yo no uso WhatsApp, ni los otros homónimos, de hecho, ni siquiera tengo timofono móvil, por lo absurdo de pagar por hablar cuando los fijos son gratis hacia otros fijos.
El hecho de que la timofonia fija sea gratis es por que la mayoría prefiere el móvil, (hay que estar a la ultima), eso nos enseña el marketing de la caja tonta.
Pero la gente sigue usando un aparato que irradia electromagnetismo a una frecuencia muy cercana a la que lo hace un microondas, pero con menor potencia, aunque el microondas este blindado en teoría y el móvil no.
Todo eso por que estar a la ultima es mas importante que la ignorancia sobre el tema.
=D Mi opinión relativa al tema, Saludos.
Bueno, jaja. Teléfonos móviles existen desde muchísimos años antes de que se inventaran WhatsApp y otras aplicaciones similares; llevar un móvil en el bolsillo no tiene por qué ser sinónimo de estar a la última.