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Reseña: Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness

14-X-2016

Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness

Un mon­struo viene a verme, de

Pági­nas: 208 ASIN: B00IYY6PP8

Com­prar: papel ebook Edi­to­r­i­al: Nube de tin­ta ficha del libro

Sinopsis

Siete min­u­tos después de la medi­anoche, Conor despier­ta y se encuen­tra un mon­struo en la ven­tana. Pero no es el mon­struo que él esper­a­ba, el de la pesadil­la que tiene casi todas las noches des­de que su madre empezó el arduo e inacabable tratamien­to. No, este mon­struo es algo difer­ente, antiguo… Y quiere lo más peli­groso de todo: la ver­dad.

Mali­ciosa, diver­ti­da y con­move­do­ra, Un mon­struo viene a verme nos habla de nues­tra difi­cul­tad para acep­tar la pér­di­da y de los lazos frágiles pero extra­or­di­nar­i­a­mente poderosos que nos unen a la vida.

Opinión

Lo he repeti­do tan­tas veces en tan­tas reseñas que creo que quienes leáis todas las que escri­bo ya os lo sabréis de memo­ria, pero no puedo evi­tar repe­tirme aquí una vez más: expec­ta­ti­vas, qué con­de­nada­mente malas son. Cuan­do sal­ió este libro lo añadí a la lista de pen­di­entes porque por la comu­nidad de blogs sobre libros y en book­tube hubo un hype tremen­do con el lib­ri­to de mar­ras, aún así me man­tenía escép­ti­co; recien­te­mente Juan Anto­nio Bay­ona ha estre­na­do en el cine una adaptación de este libro. Y aunque soy muy de ser escép­ti­co con lo que a todo el mun­do le gus­ta, caí. Con altas expec­ta­ti­vas, además.

No tenía (ni ten­go, creo) inten­ción de ver la adaptación, pero me entraron ganas de leer el libro unos días antes de que ofi­cial­mente se estre­nara en cines la pelícu­la. Ya se conocían noti­cias sobre las impre­siones de quienes se habían antic­i­pa­do y la habían vis­to en el preestreno. Ya no diré nada nue­vo: a todos les había pare­ci­do una mar­avil­la. Y yo tenía que leer de una vez el libro.

Y bueno, mien­tras leía el libro me daba la impre­sión de que iba con­tra el mun­do. Y de que la adaptación al cine debía de ser la mar­avil­la que no esta­ba pare­cién­dome el libro… pero con­tin­ué, por si aca­so lo bueno esta­ba al final. Que no se diga.

El libro no está mal, pero las expec­ta­ti­vas que tenía debido a que tan­ta gente lo había puesto como una obra maes­tra, y pos­te­ri­or­mente ídem con la pelícu­la, para mi gus­to le vinieron demasi­a­do grandes al libro. No puedo decir que éste se haya inspi­ra­do en Bajo la mis­ma estrel­la (John Green, 2012) porque aquél es pos­te­ri­or, pero yo lo leí antes que éste, y de las pocas difer­en­cias que se le pueden encon­trar es que en aquél los pro­tag­o­nistas son un niño y una niña y en éste son un niño y un mon­struo. Mien­tras leía no podía evi­tar pen­sar una y otra vez: Bajo la mis­ma estrel­la, Bajo la mis­ma estrel­la, Bajo la mis­ma estrel­la, y así ad infini­tum. Y es que ambos libros están escritos con el mis­mo propósi­to: hundirte en la mis­e­ria; y una vez estás bien hun­di­do, revol­carte por ahí; y ya de paso darte un par de hos­tias por si todavía no has llo­rado lo sufi­ciente. Y ya cuan­do lo has ter­mi­na­do el autor te pre­gun­ta socar­rona­mente: ¿qué, cómo te has queda­do? Ante esa pre­gun­ta hay una úni­ca respues­ta posi­ble: ¡muer­ta! Más o menos, eso.

No sue­lo llo­rar leyen­do libros, y no es por ir aquí de nada sólo es que es así, porque escuchan­do músi­ca o vien­do pelícu­las puedo vert­er más lágri­mas que llu­via cae en la provin­cia de Valen­cia a lo largo de demasi­a­dos meses, por des­gra­cia. Lo que sí he de recono­cer es que leer este libro me puso pro­fun­da­mente triste. Por recor­dar cosas que no deben de ser recor­dadas y por ser demasi­a­do empáti­co con un per­son­aje que no existe pero que rep­re­sen­ta a muchos niños que día a día tienen que lidiar con ese dolor; y a esas famil­ias que deben pon­er a toda cos­ta bue­na cara ante la adver­si­dad porque tienen hijos lo sufi­cien­te­mente pequeños como para que no merez­can cono­cer los prob­le­mas por los que la famil­ia está pasan­do y puedan feliz­mente lim­i­tarse a lo que les cor­re­sponde a esas edades: dis­fru­tar de su inocen­cia… que ya ten­drán tiem­po de cre­cer y que la vida les dé hos­tias como panes.

Patrick Ness aprovecha la his­to­ria de la tra­ma prin­ci­pal para meter tres mini his­to­rias por boca del mon­struo, con las cuales quiere dejar una, para mí, inde­scifrable morale­ja; y con las que tam­bién quiere dar paso a que Conor cuente, por fin, la his­to­ria a la que durante todo el libro hacen ref­er­en­cia como la ver­dad. Por si con esto, o mien­tras leéis el libro, no lo habéis sospecha­do: esa ver­dad camu­fla­da de pesadil­la recur­rente es el final del libro. Un final, eso sí, a la altura de una lacrimó­ge­na his­to­ria que se vende tam­bién como his­to­ria de ter­ror, pero que yo no lo encon­tré por ningu­na parte. Si no es, claro está, el ter­ror que se supone que debe de sen­tir Conor al enfrentarse prác­ti­ca­mente solo a algo tan duro para un niño.

Dicho todo esto, no creo que sea un mal libro tam­poco. Es un buen libro si sabes a qué te enfrentas, si tienes claro qué vas a leer; aquí en España al menos lo venden como un libro de fan­tasía y ter­ror, pero en real­i­dad es un dramón del copón. Lo úni­co que vas a hac­er con este libro es sufrir y pasar­lo mal. Está muy bien escrito; el vocab­u­lario es duro y direc­to; no bus­ca ni pre­tende desviarse del tema con florit­uras, pero a su vez esconde un mon­tón de fras­es que te lle­gan, y algu­nas citas que mere­cen ser con­ser­vadas. El may­or prob­le­ma que le veo es que así como en Bajo la mis­ma estrel­la el trau­ma al que nos enfrenta el autor es un momen­to com­pli­ca­do para el lec­tor, pero alrede­dor de ese momen­to tan angus­tioso pasan otras cosas y deja lugar a momen­tos rel­a­ti­va­mente ale­gres aunque ya se sepa que el final no pin­ta demasi­a­do bien, en este libro no exis­ten esas treguas. El libro empieza sien­do duro, des­de prác­ti­ca­mente las primeras pági­nas, con­tinúa sien­do duro y ter­mi­na sien­do todavía más duro. A Conor todo lo que le pasa es malo. Y si en algu­nas de las cosas que le ocur­ren y se describen puedes verte iden­ti­fi­ca­do entonces te entran ganas de ati­zarte con el libro en la cabeza y después lan­zar­lo por la ven­tana.

Como ya dije: yo no veo en el libro las morale­jas que dicen quienes han vis­to la pelícu­la que han cap­ta­do sobre las his­to­rias que cuen­ta el mon­struo. No sé si es que es un tra­ba­jo bril­lante en la adaptación o que en el libro tam­bién están y las expec­ta­ti­vas me han impe­di­do leer el libro obje­ti­va­mente al estar decep­cionán­dome poco a poco con­forme avan­z­a­ba en su lec­tura.

Y ojo, que no criti­co la dureza del libro, Bajo la mis­ma estrel­la es por lo menos igual de duro que éste, pero su úni­co argu­men­to no es ese prob­le­ma, su úni­co fin no es hac­er­nos sen­tir mal. Es un libro duro de leer, com­pli­ca­do, pero hay una his­to­ria, hay algo más. Aquí, si no fuer­an por las his­to­rias del mon­struo, que entre tan­to pasar­lo mal como que me saca­ban un poco de la his­to­ria, parece que el autor nos haya tele­trans­porta­do a los Jue­gos del ham­bre sólo que en lugar de uti­lizar armas para matarnos lo va hacien­do poco a poco hacién­donos sen­tir de pena.

Pros y contras

Mi pro es para la idea, aunque resulte extraño después de lo que ante­ri­or­mente he dicho. La idea me parece genial, y si hubier­an ven­di­do el libro como lo que es todavía me gus­taría más. Es orig­i­nal: un mon­struo que se ocul­ta en un árbol, que se aparece por las noches a Conor a una hora conc­re­ta y que durante todo el libro te deja planteán­dote si será algo real o un sueño del niño (claro, como para no soñar cosas extrañas con lo que tiene enci­ma el chiquil­lo).

Mi con­tra es para el exce­si­vo ensañamien­to que el autor tiene hacia nosotros, los lec­tores, y en espe­cial hacia Conor. No es sufi­ciente con la pesadil­la que aca­ba hacién­dose real­i­dad, que un mon­struo por las noches no le deje dormir, con que su padre se haya larga­do de casa y el prob­lemón que tiene en su casa. ¡Enci­ma cuan­do sale de casa para ir al cole­gio le hacen bul­ly­ing! Tócate los huevos. ¿Qué más le puede pasar al pobre niño? Es lo que decía antes: no hay tregua, es todo malo, no hay nada más en la his­to­ria: sólo sufrir por todo lo que sucede, casi sin que ven­ga a cuen­to, mal momen­to tras mal momen­to. Respeto que haya un públi­co al que le guste pasar­lo mal y que el argu­men­to gire úni­ca­mente en torno a eso, pero al menos yo no soy uno de ellos.

Cita

Aunque este libro está reple­to de cita que poder guardar (ya que no se han calen­ta­do la cabeza demasi­a­do pen­san­do un argu­men­to, al menos…) me que­do con esta que dejo a con­tin­uación porque es una cita que, creo, todos nos podremos aplicar por algo suce­di­do en el pasa­do, por algo del pre­sente, y con toda seguri­dad, por algo que todavía esté por venir.

A veces la gente nece­si­ta men­tirse a sí mis­ma más que ningu­na otra cosa.

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4 comentarios

  1. ¡Hola Javi! Madre mía, el libro parece el may­or dra­ma del siglo. Me gus­ta que en los libros se trate temas duros o tristes, pero odio cuan­do empiezan a meter dra­ma gratis. Tenía ganas de leer el libro, pero aho­ra no estoy tan segu­ra.

    Con­cuer­do con­ti­go, ten­er las expec­ta­ti­vas altas es lo peor que te puede pasar. A mi tam­bién me ocurre que cuan­do me cuen­tan la tra­ma de un libro me imag­i­no por mi mis­ma de qué va a ir; y hay veces que pasa todo lo con­trario y me lle­vo una decep­ción enorme. Por eso pre­fiero no cono­cer demasi­a­do la tra­ma de un libro para poder des­cubrir­lo por mí mis­ma y poder juz­gar más obje­ti­va­mente.

    Creo que iré a ver la pelícu­la, no estoy segu­ra. ¡Un saludín!

    P.d: Me encan­tó la frase

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    • ¡Hola, Isa! Así es, por mí como si el autor coge a Conor y lo des­cuar­ti­za a lo Dex­ter Mor­gan y después obliga a que su famil­ia se coma las vísceras 😛 pero coñe, que pase algo más. Que el chaval parece un spar­ring en manos del campeón mundi­al de los pesos pesa­dos. Quisiera pen­sar que no es porque la imag­i­nación del autor no da para más, pero me lo ha puesto bas­tante difí­cil. Si vas a ver la peli, espero que ésta supere al libro. Y llé­vate pañue­los. 😛 Si llego a saber que es así des­de luego no lo leo, o al menos no en el momen­to en que lo leí, porque acaba­ba de empezar las clases y sólo me falta­ba a mí más dra­ma gra­tu­ito del que ya de por sí tenía, jaja. ¡Un saludín!

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  2. Entre tan­tas críti­cas pos­i­ti­vas de la nov­ela, la tuya ofrece otro con­tra­pun­to.
    Aún así, me sigue lla­man­do el libro. Y quizás algún día le haga hue­co.
    No he leí­do Bajo la mis­ma estrel­la, así que no me influiría para nada XD
    Un salu­do.

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    • La redac­ción del libro es bue­na, la his­to­ria está bien nar­ra­da y trans­mi­ti­da, aunque el argu­men­to, para mí, cojea un poco. Si no has leí­do Bajo la mis­ma estrel­la mucho mejor, porque así no puedes hac­er com­para­ciones. En las que, como digo, éste creo que sale per­di­en­do siem­pre. No es que le haya dado caña porque sea un libro duro, sino porque no tiene un men­saje detrás, no tiene una reivin­di­cación, no le veo… nada. Es como un: ya que la his­to­ria que se me ha ocur­ri­do no ten­drá mucho tirón, vamos a putear al per­son­aje pro­tag­o­nista has­ta que la gente le salten las lágri­mas mien­tras lee, que así será la úni­ca for­ma de poder vender la his­to­ria. Hay muchos libros tristes… pero que lo son por algo, no sé. 😛 A ver si le das una opor­tu­nidad y, en caso de que te guste, a ver si puedo com­pren­der el porqué. 😀 ¡Un saludín!

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