Cuan­do a finales de octubre sal­ió a la ven­ta este libro supe que tenía que leérme­lo. Para ninguno de quienes habit­ual­mente me lean será novedad que Steve Jobs es uno de mis ído­los. Su pasión por el per­fec­cionis­mo, por cuidar has­ta el más mín­i­mo detalle, por su dis­eño min­i­mal­ista y diá­fano, sus ganas de ser sim­ple­mente el mejor… Me encan­ta.

Hacía mucho que no leía… —libros, porque real­mente me paso el día leyen­do—. Así que las ganas que tenía de leer este libro sumadas al des­cubrim­ien­to de Goodreads me hizo ten­er todavía más ganas. Y así fue, me puse a ello. Anoche ter­miné de leer el libro.

El libro me gustó muchísi­mo. Me enganchó des­de el primer momen­to. Aunque Steve Jobs me interesa­ba y por eso empecé a leerme el libro, pen­sé que pudiera lle­gar a abur­rirme leyén­do­lo. Sobre todo, por la fal­ta de cos­tum­bre. Y por ser el primer libro biográ­fi­co que he leí­do. Nada más lejos de la real­i­dad. Con­forme iba avan­zan­do supe que iba a lle­gar pron­to al final. Y que me iba a encan­tar.

Wal­ter Isaac­son hace un tra­ba­jo impeca­ble. Va nar­ran­do su his­to­ria no sólo cronológi­ca­mente, si no por hitos con­segui­dos. En un mis­mo capí­tu­lo puede com­ple­men­tar la infor­ma­ción tan­to con pasa­do como con pre­sente, para que puedas ir asim­i­lan­do por qué han ido ocur­rien­do cier­tas cosas en la época más actu­al. No sólo se basa en sus apre­cia­ciones sobre Steve, en la for­ma en que él lo veía; tam­bién tra­ta de ofre­cer de for­ma detal­la­da cómo lo veían las per­sonas que pasa­ban tiem­po con él: sus com­pañeros de tra­ba­jo, quienes tra­ba­ja­ban para empre­sas rivales, per­son­ajes famosos, sus dis­tin­tos ami­gos o novias, su famil­ia…

Es un libro largo, pero merece la pena leérse­lo si sientes admiración por Steve Jobs. Es uno de mis ído­los, por lo que leerme este libro era oblig­a­to­rio para mí. Si no estás famil­iar­iza­do, aunque sea por enci­ma, con los per­son­ajes más rel­e­vantes de Sil­i­con Val­ley y las empre­sas más impor­tantes del panora­ma tec­nológi­co, y más conc­re­ta­mente del ámbito de la infor­máti­ca, puede ser un tan­to lioso. Aunque, eso sí, al prin­ci­pio del libro se incluye la lista de todos los nom­bres que apare­cerán a lo largo de la biografía, con la o las empre­sas a las que pertenecieron y los car­gos que ocu­pa­ban en ellas.

Respec­to a la biografía en sí, en mi opinión Wal­ter Isaac­son hace un tra­ba­jo exce­lente. Nar­ra la vida de Steve de una for­ma tan impre­sio­n­ante que aho­ra mis­mo ten­go la sen­sación de haber­le cono­ci­do des­de que era pequeño; como si se tratara de uno más de mis ami­gos. A lo largo del libro podremos cono­cer al Steve de Apple, al Steve de las Keynotes (más en pro­fun­di­dad), al Steve famil­iar y al Steve críti­co y destruc­tor con quienes osa­ban hac­er­le frente con algu­na empre­sa que pre­tendiera rivalizar con Apple en un ter­reno común.

Me enganchó des­de el prin­ci­pio. Lec­tura más que recomen­da­da.

Sobre estas líneas cito la revisión en Goodreads para este libro que yo mis­mo escribí anoche, cuan­do final­icé el libro.

Sobre Steve, mínimos spoilers

No voy a con­tar nada rel­e­vante, porque este libro me parece una for­ma tan bue­na de cono­cer ínti­ma­mente a Steve, que no quiero estropeárse­lo a nadie. Pero diré que sigo sin­tien­do la mis­ma admiración que antes por el genio que fue. Inde­pen­di­en­te­mente de como fuera como per­sona.

En muchos aspec­tos entien­do su for­ma de ser, aunque sea más habit­u­al la hipocre­sía. Yo pocas veces me muer­do la lengua, siem­pre sue­lo decir lo que pien­so. Y es por ello que no ten­go demasi­a­dos ami­gos, pero los que ten­go me cono­cen bien, y saben como soy. Y si me quieren es porque me cono­cen real­mente, no por cono­cer una parte edul­co­ra­da de mí que no se cor­re­sponde con la real­i­dad.

Sobre todo entien­do que sus com­pañeros de tra­ba­jo, o sus emplea­d­os, hubier­an preferi­do tratar con una per­sona más amable. Pero como él mis­mo diría: ese no sería él, sería otra per­sona. Esa otra per­sona podría haber sido Steve Woz­ni­ak, pero alguien como Woz, y él mis­mo lo recono­ció, no podría haber con­segui­do lo que Steve con­sigu­ió a lo largo de su vida.

Si alguien empezara a leerse el libro a raíz de esta recomen­dación agrade­cería que cuan­do lo ter­mi­nara escri­biera en los comen­tar­ios qué le pare­ció. Si lo hacéis en Goodreads, ya sabéis que podéis hacérme­lo saber tam­bién por allí.