Sigo vivo y estoy de vacaciones
20-VII-2017
Aunque hace tiempo que no aparezco por aquí, que sepáis que sigo vivo. Ya llevo un tiempo de vacaciones, descansado; en medio del descanso del guerrero, como dicen, disfrutando de unas merecidas vacaciones gracias al trabajo bien hecho. Pero hasta ahora no me había acercado por estos lares a aporrear las teclas en honor de todos aquellos que me quieran leer.
Lo que va de año ha sido bastante estresante para mí, y para dar muestra de ese estrés sólo tenéis que echarle un ojo a la lista de libros que llevo leídos este año. No os echéis las manos a la cabeza aún, tiene una explicación. Como comenté el año pasado: retomé mis estudios. Y no sólo los retomé para terminar lo que había dejado a medias, sino que estoy yendo más allá, a ver si me ayuda a encontrar un empleo, al menos, medianamente bien pagado. Que aunque la esclavitud se abolió hace años, algunos empresarios no tiene conciencia de ello.
Este pasado curso estuve haciendo un curso preparatorio para afrontar las pruebas de acceso a grado superior. Como el anterior ya había estado estudiando, no empecé de cero, ya estaba acostumbrado a estudiar, por así decirlo, y eso me ayudó bastante. El curso estuvo bien, con un nivel asequible para aprobar si uno se lo curra lo suficiente día a día, y estaba bastante contento… Hasta que me enteré de que por prueba de acceso, en el grado superior al que quería entrar, y en el centro en el que lo quería hacer, nada más había tres vacantes para el curso 2017/2018 (me informaron de que en el anterior curso hubieron cinco vacantes). Tres plazas, nada más. Es decir: tenía que sacar, como mínimo, la tercera mejor nota de entre todos los que se presentaran al ciclo que quería estudiar para que me admitieran. El estrés se apoderó de mí y me centré únicamente en estudiar.
Ya estuve poniéndome las pilas con los estudios antes de que supiera esto, pero a partir de entonces básicamente me centré en eso. Nada más. Porque no quería que después de todo el esfuerzo no valiese para nada. Tres plazas. Lo veía complicado, pero había que intentarlo. A diferencia del curso anterior no me preocupaba no aprobar (si después de lo que estaba currándomelo no aprobaba, merecido lo hubiera tenido), lo que me preocupaba era no sacar suficiente nota para pasar la nota de corte de marras. Y no disfrutaba de nada más cuando descansaba; si me ponía a leer o ver series, paraba a mitad porque mi cerebro me decía que debería de estar haciendo cosas productivas, que había cosas que debería saber mejor de cara a los exámenes, o invertir un poco más de tiempo en practicar algunas otras cosas. Al final, desistí de intentar descansar demasiado rato, porque ni me centraba en descansar, ni al final estudiaba o hacía lo que tuviese que hacer… Y para tratar de hacer dos cosas y las dos mal…
Y entre unas cosas y otras nos plantamos en el día en que tenía que hacer los exámenes de la prueba de acceso. Igual que el curso anterior: uno tras otro, todo el día con exámenes. La sensación que tuve cuando salí de hacer los exámenes fue pésima; iba preparado para un tipo de exámenes, muy bien preparado a mi juicio (y para decir eso yo…), pero la realidad fue que nos tuvimos que enfrentar a unos exámenes que para nada tenían que ver con todos los exámenes que habían puesto en las anteriores convocatorias… y no precisamente recientes… Hablo desde 2010 hasta el año pasado. Y la suerte que tuve es que estaba muy bien preparado para los exámenes que pensaba que me iban a poner, porque gracias a ello pude apañármelas para hacer esos que nos pusieron un poco mejor de lo que los habría hecho si no hubiese ido tan bien preparado.
Las sensaciones eran muy malas, como dije… pero parece ser que la suerte es que los demás fueron menos preparados de lo que yo iba. Las notas no fueron de escándalo, pero sí lo son si se compara respecto al examen que pusieron y respecto a la nota de la inmensa mayoría de gente que se presentó. En el centro en el que me examiné se cargaron a un 58% de la gente que se presentó… Y es, por lo que he podido ver, uno de los centros de por alrededor que mejor porcentaje de aprobados tiene.
Y a lo que iba: mi nota, mi plaza, mis estudios… Tercera plaza dije que necesitaba, como mínimo, de entre todos los que se presentasen a mi ciclo. Pues quienes me seguís por redes sociales esto ya lo sabréis, pero saqué la tercera mejor nota… de todos los que se presentaron en mi centro. Y la segunda mejor nota de la rama tecnológica (fuck yeah!). Al final eso me llevó a ver que en las listas provisionales de admitidos me tocaba la primera de las plazas vacantes, y también me llevó a quitarme un peso de encima sabiendo que, aunque fuesen provisionales, para mí ya era como si fuesen definitivas.
A estas alturas ya tengo pagada la matrícula para el próximo curso, ya sé qué día y a qué hora empiezan las clases… Y, aunque sea un pensamiento nuevo, algo que no pensé que llegaría a pensar nunca: tengo ganas de que empiecen las clases. Por fin voy a estudiar lo que me gusta… atrás quedó eso que llaman cultura general y que todo el mundo tiene que memorizar y vomitar en los exámenes sin tener para nada claro de qué podrá servir eso en el futuro. Por fin estudiaré lo que de verdad quiero estudiar… Y cada vez teniendo más claro que, mientras pueda permitírmelo, nunca quiero dejar de estudiar de nuevo. No quiero tener que volver a empezar, como el curso pasado, después de hace muchísimos años, habiendo perdido hábito de estudio, y sintiéndome un inútil que no sabe si servirá para eso o no. Nunca más.
Quiero también hacer mención a los profesores que he tenido este curso pasado, que igual que con los del anterior, he tenido muchísima suerte. Han sido la leche, super buen rollo, he aprendido mucho gracias a lo bien que se hacen entender y al ambiente tan estupendo que había en clase gracias también a que con los compañeros también tuve muy buena suerte. Mi vuelta a los estudios, siendo claro, no podía tener menos que ver con la etapa que pasé cuando era pequeño; si las cosas entonces hubiesen sido como ahora… otro gallo hubiese cantado, y no precisamente el que representó a España en el último festival de Eurovisión.
Ahora sólo queda ver qué tal va en esta nueva etapa que el día 12 de septiembre comenzará. Os adelanto que es un ciclo formativo de grado superior de Desarrollo de aplicaciones multiplataforma (programación, informática); quienes me conocéis un poquito, por el blog, por tutoriales que he puesto por aquí, pero también por otros proyectos que he ido haciendo por otras vías, la programación es una de mis pasiones, es una de las cosas que hago, aparte de leer y ver series de televisión, cuando quiero relajarme. Y pensar que por fin, si todo sale bien, un papel me acreditará saber parte de lo que ya aprendí como autodidacta, y que gracias a ello podré optar a trabajos que ahora no están a mi alcance, hacen que afronte este período con las mayores ganas e ilusión.
¡Seguiré informando!
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Me agrega infinito leerte así. Desprendes positividad. Te lo has ganado a pulso, Javi. Enhorabuena. Disfruta del triunfo. Bravo.
¡Muchas gracias, Bettie! La verdad es que cuando hice los exámenes estaba algo escéptico con las frases esas típicas de que todo esfuerzo obtiene su recompensa y demás, porque viendo el percal me daba la sensación de haber hecho mucho para nada, pero de no haber sido así… 😛