Siete cosas sobre libros
2-III-2016
Hay tags que me parecen una chorrada, algunos de ellos parecen creados con el único objetivo de cumplir con el cupo de publicaciones semanales autoexigidas y nada más; en cambio, algunos como éste, creo que aportan algo más allá del reto de llevarlos a cabo, y que puede servir para que quien esté interesado pueda conocerme un pelín más. Es un tag bastante conocido en YouTube, pero en cuanto lo publicó @elefanteenlared en su blog Elefante en la Red me entraron ganas de hacerlo pero dejé la idea ahí en el aire porque después se me complica el asunto de responder a todas las preguntas con un mínimo de coherencia. Llegó el día; que sea lo que Tehlu quiera. Y sí, todavía me dura el modo fanboy con El nombre del viento.

Siete libros que leer antes de morir
- Niebla, de Miguel de Unamuno.
- Tirant lo blanch, de Joanot Martorell.
- Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
- Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand.
- El juego de Ender, de Orson Scott Card.
- Los pilares de la tierra, de Ken Follett.
- Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke.
Y, por supuesto, aquí deben entrar El temor de un hombre sabio y Las puertas de piedra de Patrick Rothfuss, pero no los incluyo en la lista porque el primero caerá en breve y el segundo algún día, cuando el señor Rothfuss quiera.
Algunos de ellos espero poder leerlos incluso este año. Veremos.
Siete citas literarias
Recuerda esto, hijo mío, aunque olvides todo lo demás: un poeta es un músico que no sabe cantar. Las palabras tienen que encontrar la mente de un hombre si pretenden llegar a su corazón, y la mente de algunos hombres es lamentablemente pequeña. La música llega al corazón por pequeña o acérrima que sea la mente de quien la escucha.—Patrick Rothuss, El nombre del viento.
Esa gente le quería porque podían contar con él, explicarle sus problemas… porque era de esos hombres que sufren cuando lo hace un amigo, que se preocupan por ayudar a los suyos, y no huyen como una maldita cucaracha cuando la desgracia se ceba con sus vecinos sino que les buscan en el lodo, se meten hasta la cintura y tiran de ellos. Porque hombres así hay muy pocos y aquí han tenido la suerte de tener a uno, y por eso nunca le olvidarán.—Ángel Gil Cheza, El hombre que arreglaba las bicicletas.
«Yo la conozco desde hace más tiempo», decía mi sonrisa. «Sí, tú has estado entre sus brazos, has probado el sabor de su boca, has sentido su calor, y eso es algo que yo nunca he tenido. Pero hay una parte de ella que es solo para mí. Tú no puedes tocarla, por mucho que te esfuerces. Y cuando te deje, yo seguiré estando aquí, haciéndola reír. Y mi luz brillará en ella. Yo seguiré estando aquí mucho después de que ella haya olvidado tu nombre.»—Patrick Rothuss, El nombre del viento.
Los regalos se hacen por el gusto del que regala, no por mérito del que recibe.—Carlos Ruiz Zafón, La sombra del viento.
Había una vez un hombre bajito y extraño que decidió tres cosas importantes acerca de su vida:
1. Que se haría la raya del pelo en el lado contrario a todos los demás.
2. Que se dejaría un pequeño y extraño bigote.
3. Que un día dominaría el mundo.—Markus Zusak, La ladrona de libros.
¿Quieres entender que es un año de vida? Pregúntaselo a un estudiante que acaba de suspender el examen de fin de curso. ¿Un mes de vida? Díselo a una mujer que acaba de traer al mundo a un niño prematuro y espera que salga de la incubadora para estrecharlo entre sus brazos, sano y salvo. ¿Una semana? Que te lo cuente un hombre que trabaja en una fábrica o en una mina para mantener a la familia. ¿Un día? Háblales del asunto a dos que están locamente enamorados uno de otro y esperan el momento de volver a estar juntos. ¿Una hora? Pregúntale a una persona claustrofóbica encerrada en un ascensor averiado. ¿Un segundo? Mira la expresión de un hombre que acaba de salvarse de un accidente de coche. ¿Y una milésima de segundo? Pregúntale al atleta que acaba de ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos, en vez de la medalla de oro para la que lleva toda su vida entrenándose.—Marc Levy, Ojalá fuera cierto.
Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.—J. R. R. Tolkien, La comunidad del anillo.
Siete personajes masculinos
- Edmond Dantès. El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas. ¿Qué decir de este hombre? Es todo coraje, valentía, fortaleza —pese a los momentos lógicos de derrumbe—, sapiencia —gracias al abate Faria—, elegancia, saber estar… Traicionado, olvidado, despreciado… y pese a todo, ahí sigue, hasta vengarse de todos y cada uno de los que se lo hicieron pasar mal. Un poquito de este hombre en mí no me vendría mal.
- Tyrion Lannister. Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin. Para mí el personaje de los personajes de este fantástico universo; y, por supuesto, el único de la casa Lannister al que salvaría. Astuto, inteligente, gracioso, ingenioso… Es consciente de sus carencias y defectos y ha hecho lo posible por potenciar otras aptitudes para conseguir ser quien es, aunque nadie en su familia lo crea capaz de nada. Fan total.
- Kvothe. Crónica del asesino de reyes, de Patrick Rothfuss. El máximo exponente de luchar por lo que quieres, así veo yo a este hombre. En una infancia bastante buena, de repente le ocurre algo que no debería ocurrirle a nadie; y menos a tan corta edad. ¿Qué hace? ¿Esconderse de sus miedos y agachar la cabeza? Este tío es lo opuesto a eso: no sólo no huye sino que quiere enfrentarse cara a cara a eso que le ha cambiado la vida por completo.
- Elessar Telcontar, o Aragorn para los amigos. El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. El primero en acudir en socorro de los más necesitados, poniéndolos a salvo incluso a costa de su propia vida. Mitad hombre, mitad elfo: con lo bueno de ambas razas en él, destinado a lo más grande no duda en olvidarse de todo eso y darlo todo por sus ideas, por lo que cree que merece la pena; aun a riesgo de no salir vivo de esa misión suicida. Fiel, habilidoso, fuerte, amigo de sus amigos… ¿Qué más decir de este montaraz?
- Fermín Romero de Torres. La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Fermín es el prototipo perfecto de español, con su gracia y humor característicos, que le ayudan a sobreponerse a los problemas y a salir adelante cuando las cosas no van bien. Ese amigo que te saca una sonrisa con cualquier comentario estúpido en el día más triste de tu vida; y que no dudará en ponerse en peligro si puede defender a ese amigo en apuros.
- Daniel Sempere. La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Un amor de chiquillo. Y uno de los lectores más apasionados que conozco: lee un libro en unas condiciones un tanto fuera de lo habitual y no duda en investigar más sobre ese autor tan desconocido del que quiere leer todo lo que haya escrito; tan apasionado es el chaval que, en su búsqueda, tira siempre adelante pese a los innumerables obstáculos que se encuentra. Además nos da a conocer su maravillosa librería de viejo, y nos encandilará con lo dulce que resulta ser su primer amor de la infancia… hasta que empiezan a lloverle hostias como panes, una metáfora de lo más real de lo que es esta vida.
- Gregor Samsa La metamorfosis, de Franz Kafka. Esclavo de su familia, esclavo de sus jefes; nadie lo quiere, pero todo el mundo lo necesita. Y cuando ya no les es de utilidad ¿por qué no quitárselo de en medio? De verdad, ¿a nadie le suena eso de nada? El ser humano es el más cruel de todos los animales: hace daño por el mero hecho de hacer daño y a sabiendas de que hace daño; y no sólo eso, sino que si puede no dudará en darte el estoque final, sobre todo si tiene algo que ganar. Y es justo lo que Kafka representa en esta novela tan triste. Y no puedo sino identificarme con el único de los personajes de este libro que no me parece un completo imbécil.
Siete personajes que quiero matar
- Hemme. Crónica del asesino de reyes, de Patrick Rothfuss. Kvothe es mi personaje favorito del universo Rothfuss; y dónde iba a estar si no uno de los maestros que peor se lo hacen pasar al chaval. Típica persona cuyo ego es tan grande que sobrepasa unos cuantos metros por encima de su cabeza; abusa de su superioridad y no duda en dejar en ridículo a tantos como pueda, hasta que un día no le sale bien con uno —con Kvothe en este caso—, es él el que queda en ridículo en su lugar, y después se inventa todo tipo de artimañas para fastidiar al que no le ha permitido salirse con la suya. Especie a extinguir por el bien de la humanidad.
- Ambrose. Crónica del asesino de reyes, de Patrick Rothfuss. Perfectamente válidos los motivos que doy para Hemme, pero éste encima lo que le hace ser tan imbécil es que es hijo de un señorito con mucho dinero al que todos tienen respeto y se vale de ello para que nadie se atreva a decirle qué y qué no hacer. Peor aún si cabe.
- Sansa Stark. Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin. No han sido pocas las veces que he estado tentado de pasar los capítulos en los que se cuenta la historia desde la perspectiva de esta chica. Es justo lo opuesto a su hermana Arya, la cual me encanta. Es una chica insoportable, pija, estúpida; no aguantaría ni dos minutos a su lado sin querer que me decapitaran sólo por no tener que escucharla más.
- Jeffrey Baratheon. Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin. Otro igual que Ambrose: hijo de papá con pasta, que se cree que está por encima del bien y del mal, y que se cree con derecho de tratar a la gente como le dé la gana. Y lo peor es que debido a los malos tratos a los que somete a Sansa el energúmeno este consigue que la estúpida chiquilla esa no me caiga tan mal como me caería si viviera en el mundo de los unicornios rosas como le correspondería.
- Danglars. El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas. Uno de los archienemigos de Edmond Dantès; y uno de los que preparan la jugarreta mediante la cual él acaba preso en el castillo de If. Dinero y poder son sus únicas metas; y no duda en llevarse por delante a un humilde y buen chaval que ha tenido la gracia —o desgracia— de ser mejor que él en su profesión, y que podía poner en riesgo su ascenso tan ansiado. Gentuza.
- Francis Urquhart. House of Cards, de Michael Dobbs. Mi relación con este personaje es de amor-odio. Me encanta como personaje, me encanta lo que hace, cómo lo hace y cómo piensa. Ahora bien, no me gusta que lo que representa exista en la vida real, y existe. Es por eso mismo por lo que lo prefiero pese a todo muerto y enterrado. Como personaje de entretenimiento es de diez, pero pobres de nosotros que estamos dirigidos por una mayoría de seres sin escrúpulos como éste.
- Daniel Cleaver. El diario de Bridget Jones, de Helen Fielding. Prototipo perfecto de hombre de cromañón que humilla y maltrata a Bridget porque se cree mejor que ella… y que el resto del mundo. Este tipo de gente debería morir de forma lenta y agonizante. Y encima me pasa con él lo mismo que con Jeffrey: en las escenas donde estaban juntos conseguía que Bridget me cayera incluso bien al pensar lo que tenía que aguantar la pobre al compartir la vida con semejante merluzo.
Siete cosas que odies de los libros
- Que tengas que vender un riñón para poder comprar un libro en España.
- Que nos vendan que los libros electrónicos son baratos cuando, en el mejor de los casos, se diferencian poco respecto a la edición en papel.
- Copias baratas de otros libros que se hicieron populares.
- Los amores a primera vista entre personajes (insta-love).
- Libros en los que todo es feliz y todo sale bien; quiero leer cosas verosímiles, y la vida es muy cabrona.
- Terminar un libro sin que haya podido empatizar u odiar a algún personaje.
- Que una editorial empiece la traducción de una colección de libros y no termine de traducirla.
Siete escritores
- J. R. R. Tolkien.
- Stephen King.
- R. L. Stine.
- Arturo Pérez-Reverte.
- Patrick Rothfuss.
- Manel Loureiro.
- Carlos Ruiz Zafón.
Nominar a siete blogs
Y ésta es la parte que nunca cumplo de los tags… Si tú, que estás leyendo esto, te animas a seguirlo, déjame un comentario con el enlace a tu blog para que pueda leer tus respuestas a las preguntas.
¿Has encontrado algún error en el texto anterior? Me ayudarías mucho si lo reportaras.

Gracias por animarte a hacer el tag, como siempre me ha gustado un montón.
Personalmente me encanta leer este tipo de entradas.
Besos.
¡Muchas gracias, señorita elefanta! La verdad es que se conoce en cierta forma a la persona a través de lo que leyó o lo que leerá, y eso siempre mola. Besos.
¡CÓMO PUDE OLVIDARME DE TYRION! o_o qué fuerte.
¡Eso! Tyrion es genial. I demand trial by combat! 😛