Por más que des­de medios como Radio Tele­visión Españo­la, afines al rég­i­men, nos quier­an hac­er creer que la gente que había a puer­tas del Pala­cio Real de Madrid eran «cua­tro gatos», que recibían como se merecía (eso sí, sin duda) a Ángelez González-Sinde, real­mente fue esto lo que sucedía:

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Sé de sobra que en la prác­ti­ca todo esto no va a servir de nada, porque des­gra­ci­ada­mente a nue­stros políti­cos cor­rup­tos les intere­sa que esta ley se apruebe, para seguir llenán­dose los bol­sil­los a nues­tra cos­ta… Por más que aho­ra sal­ga Este­ban González Pons a dárse­las de sal­vador de inter­net, sabe­mos cuál fue la votación de todos los Senadores de su ridícu­lo par­tido, ya no cuela. Quien nos la jue­ga con la #LeySinde, la paga.

Tam­bién sé que me sien­to orgul­loso de esas per­sonas que esta­ban ahí, ciu­dadanos, per­sonas, gente que todavía con­fía, aunque parece que en vano, en la con­tinuidad de España como el país democráti­co que has­ta aho­ra conocíamos. Ese que de tan­to orgul­lo llen­a­ba a antepasa­dos de quienes hoy nos gob­ier­nan, tratan­do así de olvi­dar una época que para ellos no fue tan bue­na como está sién­do­lo esta… Y como digo, al menos para ellos estará sién­do­lo… Nosotros no podemos decir lo mis­mo.