Reseña: Pronto será de noche, de Jesús Cañadas
27-I-2016
Pronto será de noche, de Jesús Cañadas
Páginas: 256 ISBN: 9788477028017
Comprar: papel no disponible en ebook Editorial: Valdemar ficha del libro
Sinopsis
Ése de ahí es Samuel. Es policía, o lo era. Ahora está atrapado en un atasco infinito. Como tú y como yo. Miles de coches en medio en una autovía que se dirige hacia el sur; aunque eso poco importa. Lo que importa es que huímos. Somos una multitud desesperada rumbo a ningún sitio mientras el mundo se derrumba a nuestro alrededor. La negrura se extiende detrás de nosotros, nos persigue. No nos queda más que avanzar. Los metros cuestan horas, el calor sofoca, el aire es de barro. Y justo cuando parece que nada puede empeorar, sucede: en medio de esta nada inmensa, un conductor ha aparecido muerto. Estrangulado. Samuel necesita descubrir quién ha sido, y sobre todo por qué. Por qué aquí, por qué ahora. Mientras la oscuridad avanza y el tiempo se acaba, puede bastar un simple acto para darle sentido a todo. Así que vamos, vuélvete a tu coche. Acurrúcate en el asiento. Cierra por dentro y, por favor, no te duermas. Por lo que más quieras, no te duermas. Porque cuando caiga la noche, tú podrías ser el siguiente.
Opinión
Es un libro bastante loco; no se me ocurre otro término para referirme a él. No apto para personas sensibles, pues también. La narración de Jesús Cañadas transmite al lector lo que el personaje que esté encarnando en ese momento siente; no sé cómo lo hace, pero es así. Para todo aquel que haya leído la sinopsis no es nada nuevo si digo que el escenario principal de la historia es un atasco; bien, pues los personajes se sienten —como es normal, por otra parte— recluidos en sus coches o, como mucho, alrededor de ellos; el autor consigue con sus expresiones, con sus palabras, con los cambios rápidos entre narración y diálogo intercalando a veces incluso una única palabra —sólo un nombre quizá— entre ellos, que puedas sentir la presión, el malestar, la angustia, que a todos ellos se les supone en un atasco interminable con un panorama nada halagüeño a su alrededor.
Características
La historia da comienzo in medias res, en el momento previo a un asesinato; a partir de ahí continúa en orden lineal con una narración omnisciente. Al principio el escenario se sitúa en un lugar indeterminado a orillas del Manzanares desde un punto desde donde se divisa el Puente de Segovia: «[…]Desde aquí se ve el Puente de Segovia. Hay personas saltando desde el puente[…]». La caracterización de los personajes es indirecta, pues todo lo que podemos saber sobre ellos es a través de pensamientos o diálogos mantenidos entre los propios personajes. Los capítulos son moderadamente largos; y dado que la historia transcurre en una única trama, aunque con diferentes puntos de vista, el cambio de capítulo no afecta al tiempo ni indica cambio de escenario alguno. De forma aislada, y puesto que al inicio se omite el planteamiento de la historia, el autor emplea las retrospecciones como recurso para que el lector pueda saber algo más sobre la vida de algunos personajes en algún momento previo al apocalíptico atasco que nos plantea esta novela.
Personajes
En esta historia, aunque la narración podría entenderse como un director de orquesta, batuta en mano, que va marcando a todos los músicos —personajes— el compás al que deben ceñirse, creo que para nada es importante; de hecho, en muchas de las páginas la narración es bastante anecdótica. Es una historia centrada en los personajes, muy bien caracterizados en su forma de ser pero simplemente dejando a la imaginación del lector qué podría llegar a hacer cada uno en una situación de estrés y terror como la que están viviendo.
Y con ello nos encontramos con Samuel: el hombre que hizo todo lo que pudo por ser policía; a Cándido: un anciano adorable pero severo que siempre es capaz de aportar ese punto de calma que se necesita cuando se tensa el ambiente; a Alfonso: un prototipo perfecto de lo que se nos viene a la mente cuando pensamos en la España más tenebrosa; a Inés: una pobre profesora a bordo de un autobús cargado con 53 niños que iban de excursión, y que no sólo tendrá que lidiar con su sufrimiento sino también cargar con el de ellos; a Abreu: un tipo que se hace bastante de despreciar, sobre todo cuando ha dejado la bolsa de polvo blanco temblando, pero que quizá no sea tan imbécil como parece; a Alicia: que por si fuera poco en las circunstancias en las que se encuentra, encima está embarazada; a Tote: un tipo extraño y peculiar, del que sabemos que en un pasado desconocido fue drogadicto, pero que la tensión a la que se enfrenta… bueno, eso; a Ruth, y van quedando pocos: una señora de edad avanzada, aunque no tan avanzada como la de Cándido, que precisamente no destaca por sus buenas formas o por una personalidad amable de cara al resto; el hippy: que en realidad aunque no deja de hablarse de él prácticamente no se sabe nada; y el personaje que matan nada más comenzar la historia, del que tampoco se sabe gran cosa, claro está.
Samuel, en cuanto se entera que uno de los vecinos de atasco ha sufrido un accidente se erige como líder del reducido grupo que forman los coches que están próximos al suyo por delante o detrás, a izquierda y derecha; y les avisa de que es policía, a todos; y que se va a encargar de descubrir quién de todos ellos fue el asesino, aunque hayan kilómetros de retención por delante y por detrás, en la mente de Samuel tiene sentido que haya sido sólo uno de los que han podido tener un contacto previo con él, en fin: conocer de alguna forma al muerto. Y se ve que en esa situación de tensión debe parecer algo lógico porque el resto tampoco cae en la cuenta de que no están solos y automáticamente empiezan a exculparse. Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Pros y contras
Quiero destacar también la verosimilitud con la que está escrita la novela; salvo los personajes que por sus condiciones o por su personalidad lo requieren, sus diálogos no están transcritos con un lenguaje políticamente correcto, como es normal que sucediera en una situación del calibre que se nos narra, pero que para muchos autores supone una línea roja que salvo excepciones no atraviesan vaya usted a saber por qué.
Y ya hay suficientes pros descritos en lo ya dicho como para que quien todavía no lo haya leído y le apasionen las historias de terror se anime a hacerlo; aunque más de terror en sí mismo, como género literario, «terror» en la propia persona: debido a la opresión, a las sensaciones recibidas a lo largo de la historia, a la angustia, a la ansiedad…
Pero he de decir un contra, que aunque quizá no lo haya pensado durante el transcurso de la historia sí se me ha pasado por la cabeza al final: hay tres carriles en sentido contrario, que salvo contadas excepciones no son ocupados por nadie, totalmente libres al acceso de las miles de personas que están retenidas en ese infernal atasco… ¿Por qué ninguno de ellos embiste contra el guardarraíl y se larga de ahí echando hostias en contra dirección?
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Pues yo ya no sé si tiene buena pinta.
Me suena muy parecido a Traffic Jam, un capítulo de la tercera (o segunda) temporada de Doctor Who–la de 2005–.
Sin embargo, bastante tengo con la tensión de Apocalipsis Z como para meterme en esa paranoia. Y la portada… Esperó que tenga un sentido, porque me ha pillado muy por sorpresa. Y no sé si para bien o para mal.
Jajaja, la portada es un poco macabra, y la contraportada tiene la ilustración del atasco en la autovía, muy creepy. La portada ilustra una escena del libro cuando le hacen la cruz esa (por la muerte) a uno de los toros que habían antes por todas partes. Apocalipsis Z mola mucho, sobre todo el primero; esos capítulos en forma de diario, las primeras noticias llegando a cuentagotas de Europa del este, me encantó. Y sí, es una paranoia, pero me encanta pasarlo mal con los libros… que a la vez es pasarlo bien. Masoquismo puro y duro, jaja. Un beso.
Hola 🙂 Desde que vi por twitter hablar de él, me resulto bastante interesante la trama de la novela, y la portada macabra me atrapo, desde eso esta en mi lista de pendientes. Tu reseña es la primera que leo del libro, y realmente lo agradezco, por que esta genial escrito y me llevo una buena idea de lo que esperarme. Por si no queda claro, sube en mi pila a pasos agigantados. Un saludo 🙂
¡Muchas gracias por tu comentario, Daniel! Me alegra un montón que te animes a darle una oportunidad pronto a la novela, porque sin duda la merece. A ver qué tal tu reseña cuando hayas terminado la lectura; estoy atento a tu blog. Un saludo.