Reseña: Peter Pan, de James M. Barrie
25-XI-2016

Peter Pan, de James M. Barrie
Páginas: 224 ISBN: 9788420664262
Comprar: papel ebook Editorial: Alianza Editorial ficha del libro
Sinopsis
Como todas las creaciones que pulsan los resortes más escondidos del ser humano, la figura de Peter Pan, el niño que no quería crecer, no ha cesado de agigantarse en el imaginario del hombre moderno desde que en 1911 James M. Barrie (1860–1937) publicara en forma de narración la obra de teatro que siete años antes había alcanzado ya inmenso éxito en Londres. Animado por personajes de una capacidad de sugestión que poco tiene que envidiar a la del propio Peter Pan ?como Campanilla, Wendy o el capitán Garfio, el magistral relato concebido por Barrie participa tanto del cuento de hadas como de la novela de aventuras, la crónica de piratas y la leyenda popular, y encarna verazmente sueños infantiles nunca del todo olvidados.
Autor

James M. Barrie (Kirriemuir, Escocia, Reino Unido, 1860 — Londres, Inglaterra, Reino Unido, 1937) fue un novelista y dramaturgo británico. Es especialmente famoso por haber creado el personaje de Peter Pan, basado en sus amigos, los niños Llewellyn Davies; con su personaje estrella noveló un anhelo de la mayoría de adultos, y que conforme van haciéndose más mayores cada vez es más intenso: su retorno a la infancia, volver a ser niño, volver a disfrutar siendo (y de ser) un niño. Estos son algunos de sus libros más populares, entre los que destacan lógicamente Peter Pan en los jardines de Kensington (1906) y Peter Pan (1911), pero también Una ventana en Thrums (1889), Lady Nicotina (1890), El pajarito blanco (1902), Querido Bruto (1917) y Mary Rose (1920).
Opinión
Peter Pan ha sido desde siempre mi personaje favorito. La imagen que aparece en la cabecera de este blog, o la cabecera de mi usuario en Twitter: @fjpalacios, pueden ser muestra de ello, pero hasta ahora no había leído este libro. De pequeño, sobre todo, era muy fan de la película producida por Walt Disney que se estrenó en 1953, la veía una y otra vez… La cinta en VHS ya hasta se veía mal de tantas veces que se había reproducido. Y desde siempre he sido muy fan de la leyenda, de lo que representa; de tener siempre bien presente quién y qué fui, de no dejar escapar ese niño que hay todavía dentro de mí y que a veces hace acto de presencia para ilusionarse o divertirse con algo como cuando era pequeño y no tenía mayor preocupación que la de ser feliz. Pero cuando conoces algo por la adaptación de Disney lo más habitual es que la historia original no sea del todo tal cual se nos da a conocer en la película; incluso en historias originalmente concebidas para un público infantil, como es el caso de esta novela, en Disney consiguen verle detalles que conviene edulcorar para que los niños no pasen por el trauma de soportar imágenes cuyo escenario no sean nubes de algodón y urbes fabricadas con todo tipo de golosinas y dulces. No seré yo quien critique a Disney, porque sus películas nos han acompañado toda la vida y son muy tiernas y bonitas, pero creo que a los niños tampoco es necesario suavizarles todo tanto: ser niño no es sinónimo de ser imbécil, aunque algunos sí lo crean.
Sorprendentemente la película de Disney es bastante fiel al libro, aunque le omitieron ciertas partes excesivamente machistas de Peter Pan hacia Wendy (y hacia el final: hacia las mujeres en general). Estas partes se reflejan en el libro, aunque camufladas por el respeto que en general se les tiene a las mujeres durante la historia, y que entiendo al hacerlo así como una crítica a la sociedad por parte del autor dejando ver que algunos hombres no respetaban (y se puede aplicar, desafortunadamente, también al presente) a las mujeres como deberían ser respetadas. Pero, en esencia, es justo decir que tanto los cuentos que son transmitidos a los niños, como la película a la que hago referencia (no he visto el resto de adaptaciones, pero supongo que ídem), son bastante fieles a la realidad de la historia original, y eso está bien porque aunque con partes y comportamientos algo edulcorados, la idea que se puede hacer uno siendo pequeño sobre lo que es este libro es bastante fidedigna.
La edición que leí además también incluye ilustraciones clásicas de F. D. Bedford, que no sé a los demás, pero a mí que este tipo de ilustraciones se mantengan en los libros clásicos me encanta; además, son las imágenes que los autores querían para sus libros, respetar lo que ellos eligieron y de la forma en que ellos lo eligieron me parece un plus. Aunque está claro que ahora mismo podrían hacerse ilustraciones que le dieran cien vueltas a éstas.
La historia de Peter Pan es sobradamente conocida en la cultura popular, así que no hace falta extenderme demasiado diciendo que es un niño que no quería crecer, procedente del país de Nunca jamás, que una buena noche se presenta en casa de la familia Darling y después de una breve conversación con Wendy, que sabe un montón de cuentos, la convence para que ella y sus hermanos se vayan volando con él, en sus mismas palabras: «la segunda a la derecha y todo recto hasta la mañana» (aquí hay que reconocer que la frasecita de la película de Disney tiene más gancho). Y en aquel maravilloso lugar no les puede sino deparar las más fantásticas e increíbles historias que nos serán contadas si leemos el libro.
En fin, un libro con el que poder fácilmente viajar a nuestra infancia y recordar nuestros tiempos mozos. A veces un poco más oscuro que en los cuentos o en la adaptación de Disney, pero en líneas generales muy ameno, fácil de leer y entretenido. Creo que nunca vienen mal unas cuantas horas entre niños, hadas, piratas, indios y las fantasías que el señor Barrie ideó para cada uno de ellos.
Personajes
Nana siempre ha sido mi personaje favorito de esta historia; es cierto que apenas tiene protagonismo, que su presencia en la historia dura muy poco, y justo está en la parte en la que la historia comienza y, por así decirlo, no se viven grandes aventuras con ella. Pero ¡es una perra niñera! Y verla en la adaptación de Disney con esos ojos, con esa carita de buena… mientras leía el libro me la imaginaba. Es adorable.
El capitán James Garfio del libro creo que poco tiene que ver con el de la película. Es un antagonista brillantemente creado; en contra de lo que ocurre en la película, que se le supone capitán no por méritos propios sino porque su tropa es todavía más torpe que él, aquí Garfio es un hombre temido y respetable, un caballero con buenas maneras y elegancia, que aunque haya topado con su punto flaco encarnado en la figura de Peter Pan y el famoso cocodrilo del tic-tac, está a la altura de lo que los piratas de las leyendas representan y deberían aparentar.
Algo también digo de mención son los niños perdidos, quienes les conozcan únicamente por la película de Disney se llevarán una tremenda sorpresa en el momento en que se les presente en el libro y pueda apreciarse cómo son y su forma de actuar. En la adaptación de Disney se los presenta como unos cuantos bobalicones infantiles que creen a pies juntillas todas las invenciones de su capitán y que no podrían ni hacerle daño a una mosca, pero en la historia original que se puede encontrar en este libro no tienen nada que ver con todo eso salvo cuando están con Wendy y la tratan como la madre a la que nunca conocieron y que darían su vida por ella. Atención, spoiler: en el libro son prácticamente una banda de matones, que emplean múltiples armas y hasta se enfrentan cara a cara con los piratas del capitán Garfio (aunque no con él directamente; éste es sólo competencia del vanidoso Peter Pan).
Por último no podía concluir esta sección sin citar a Wendy y a Peter Pan.
Wendy es una niña que sí quiere crecer y ser adulta, pero que ha vivido siempre rodeada de cuentos y de historias fantásticas y daría cualquier cosa para que Peter Pan fuera real, y mira por dónde, acaba por serlo; desde el momento en que conoce a Peter está dispuesta a creer todo lo que le diga sin cuestionar nada, aunque en el fondo de sí misma sepa que nada de lo que dice tiene el menor sentido; quizá un poco por la época en la que se escribió, cuando Wendy hace de madre tanto de Peter como de los niños perdidos, también a su vez se convierte en ama de casa de todos ellos; es decir: desde ese momento en la casa del árbol no pega palo ni uno, la tienen explotada a la pobre chica, y Barrie en varios de los pensamientos de Wendy refleja esto, también quiero entender, a modo de crítica.
Peter Pan es un caso aparte. Es es niño… egoísta, arrogante, manipulador, con un ego tan grande que si se subiera a él y se dejara caer ni el poder volar le salvaría del impacto, a veces un poco estúpido y sólo piensa por él y en él, pero un niño a fin de cuentas. Tiene ocurrencias absurdas pero graciosas, y podría decirse que es el personaje que hace que el libro sea tan entretenido como es. A veces te hace pensar: ¿pero y este tío de qué va? Pero luego recuerdas lo que representa, la imagen que nos da pese a todo, que echamos de menos cuando éramos niños y él nunca dejará de ser niño… y se le acaba perdonando todo lo cafre que es.
Pros y contras
Mi pro va, como ya llevo mencionando durante toda la reseña, a lo mucho que nos hace recordar este libro la época en que éramos niños. Va también para la fantasía de Barrie que está impregnada por cada parte de este libro. Y por ser una historia entrañable a la par que entretenida; por reflejar el cariño que los padres tienen por sus hijos aunque a veces un secuestrador los rapte y éstos, quizá por un fantasioso síndrome de Estocolmo, se olviden de su familia y sólo quieran permanecer tiempo al lado de esa persona.
Mi contra he de ponerlo codificado. Atención, spoiler: va para la muerte del capitán Garfio; en la adaptación de Disney tienen una forma más elegante para que este antagonista desaparezca de escena, pero en el libro no se han andado por rodeos: pasado por la plancha a las órdenes del nuevo capitán Peter Pan (The King is dead, long live the King), como ha hecho él, se cuenta, tantas veces con sus propios piratas y rehenes cuando no se han sometido a él. Podría decirse cruelmente, pero así lo es: pasto del cocodrilo que tantas ganas le tenía. Creo que es un final triste para una bonita historia; aunque éste sea el antagonista, al final se le acaba cogiendo cariño.
Cita
Lo que más me gusta de Peter Pan, al margen de todo lo anteriormente dicho, es que es un niño grande. Y esta frase creo que le define bastante bien; la suerte que tiene él es que salvo que sea una hazaña o anécdota sobre sí mismo, cinco minutos después de que suceda ya lo ha olvidado, entonces él siempre se enfrenta por primera vez a la traición, y aunque exista muchas veces esa primera vez, quizá mejor así porque los demás la recordamos perfectamente con el paso de los años y para él simplemente es un trámite que dura unos minutos.
No fue el dolor, sino lo injusto del asunto, lo que atontó a Peter. Lo dejó impotente. Sólo podía mirar, horrorizado. Todos los niños reaccionan así la primera vez que los tratan con injusticia. A lo único que piensan que tienen derecho cuando se le acercan a uno de buena fe es a un trato justo. Después de que uno haya sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero nunca volverán a ser los mismos.
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Yo me lo leí hace años, y debería darle una relectura.
Pero también me pasó como a ti que Peter me llegaba a caer mal por momentos, pero también recordaba lo que simbolizaba, y pensaba: “normal que actúe así”.
También recuerdo que el libro me pareció que tenía un punto como triste, o crudo, cosa que no me desagradó.
Y mi personaje favorito fue el Capitán Garfio. Uno de mis malos favoritos de la literatura, diría. Me dio pena su final.
Saludos!
Totalmente de acuerdo con lo de Garfio. Vaya personaje, redondo por todos los lados; nada que ver con el patán que nos enseñó Disney. Y se nota que a Barrie también le gustaba por lo minuciosamente bien descrito y creado que está. Ojalá tuviera un pelín del protagonismo que a veces le encontré de sobra a Peter Pan. 😛 ¡Un saludín!