Reseña: Nacidos para correr, de Christopher McDougall
22-XII-2013

Nacidos para correr, de Christopher McDougall
Conocer la existencia de este libro me hizo interesarme por saber un poco más sobre todo este mundo que, para la gran mayoría, es nuevo. Aunque en realidad sea tan viejo como nosotros lo somos como especie. Más allá de lo que se expone en el libro, que pese a los argumentos que se dan es susceptible de que cada uno se lo crea o no, lo mejor es poner en práctica los consejos que nos ofrecen y averiguar en casa caso individualmente si es efectivo o no.
Aunque en el libro siempre se hace referencia al barefoot, no sólo implica que literalmente debamos correr descalzos. Sin ir más lejos, los protagonistas del libro, los indios Tarahumaras de México, no corren nunca descalzos; lo hacen en unas sandalias específicamente diseñadas para correr llamadas huaraches. Por estos lares, quien más y quien menos, han escuchado en algún momento el concepto «zapatilla minimalista», que básicamente es otro tipo de zapatilla deportiva que nos protege de los «obstáculos» del suelo y de las inclemencias del tiempo, pero que trata a nuestros pies de la misma forma que estarían si no estuvieran enfundados en unas zapatillas.
Tampoco penséis que las bondades que esta técnica de correr nos ofrece llegarán de un día a otro nada más ponernos unas zapatillas minimalistas, calzarnos unas huaraches, o simplemente descalzarnos; las zapatillas hacen buena parte de la faena, pero la técnica de carrera es muchísimo más importante: adaptarse a la forma en que corríamos y hace tantos años perdimos, o para los más jóvenes, que posiblemente nunca hayan corrido así. Si la técnica de carrera empleada es la misma que cuando se corre con zapatillas amortiguadas no es que no nos lesionaremos, es que hay hasta más peligro de lesión que antes. Se debe cambiar completamente el chip.
Para quienes les interesa el running en general, e informarse sobre este concepto en particular, este libro es una joya que no deben perderse bajo ningún concepto. Para el resto, aunque quizá resulte menos interesante, no deja de ser una bonita historia sobre un grupo de personas que, hasta hace no mucho eran totalmente anónimas, dieron una lección al mundo deportivo y a las grandes marcas, gritando una máxima que se da en muchas ocasiones en la vida: menos es más.
Para ser sincero: no conozco a nadie que tras leer este libro no haya intentado al menos cambiar su forma de correr. En mi caso, para variar, ya había empezado a probar el minimalismo antes de leerme este libro. De hecho, lo descubrí después de estar investigando y probando. Y no hizo mas que motivarme todavía más de lo que ya estaba, y terminar por convencerme del todo de que el paso que estaba dando —y nunca mejor dicho— era el correcto, era el que yo quería dar.
Desde entonces cada zancada que doy es con una zapatilla minimalista; todavía no me he atrevido con unas huaraches, pero todo se andará.
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