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Reseña: Momo, de Michael Ende

7-X-2016

Momo, de Michael Ende

Momo, de

Pági­nas: 320 ISBN: 9788420482767

Com­prar: papel no disponible en ebook Edi­to­r­i­al: Alfaguara ficha del libro

Sinopsis

Momo es una niña muy espe­cial, posee la mar­avil­losa cual­i­dad de hac­er sen­tir bien a todo aquel que la escucha. Pero la lle­ga­da de los hom­bres gris­es, que pre­tenden apoder­arse del tiem­po de las per­sonas, va a cam­biar su vida. Será la úni­ca en no dejarse engañar y con la ayu­da de la tor­tu­ga Casio­pea y del Mae­stro Hora, empren­derá una aven­tu­ra fan­tás­ti­ca con­tra los ladrones de tiem­po.

Opinión

Me ha gus­ta­do mucho este libro, es una his­to­ria muy tier­na y muy boni­ta, pero creo que no es tan­to lo que es el libro en sí, que tam­bién, sino lo que te hace pen­sar y reflex­ionar; lo que se puede extraer entre líneas de él, y que quizá un niño no con­seguiría, cuan­do se lee años después puede cam­biar com­ple­ta­mente su sig­nifi­ca­do y lo que cuen­ta tal vez implíci­ta­mente. Es un libro que me ha recor­da­do muchísi­mo a El prin­cip­i­to (Antoine de Saint-Exupéry, 1943); y creo que deberían for­mar parte, ambos, de las lis­tas de libros que debes leer varias veces en la vida, con­forme vayas cam­bian­do de gen­eración, porque nun­ca te pare­cerán lo mis­mo. Cuan­do quise leer el libro sabía más o menos que sería así y no me defraudó, y eso que com­parán­do­lo con un libro como El prin­cip­i­to es fácil que otros libros no que­den muy bien para­dos.

Éste es un libro que por muchos años que pasen seguirá sien­do tan actu­al como el día en que se pub­licó; cuen­ta la his­to­ria de Momo: una niña muy pecu­liar, con un super­poder tan espe­cial como común: escuchar. En un mun­do donde casi todo el mun­do mira por sí mis­mo, por sus prob­le­mas, y a la mín­i­ma que algo no sale como se espera se va a la gresca, alguien así es poco común y muy nece­sario. Y con esto, ojalá, se vea iden­ti­fi­ca­da cuan­ta más gente mejor.

«¡Vete con Momo!», se dicen unos a otros cuan­do alguien tiene un prob­le­ma y deam­bu­la por las calles como alma en pena. Ella, que no nece­si­ta el tiem­po para nada rela­ciona­do con­si­go mis­ma, sim­ple­mente deja que hablen, que se desa­hoguen, y ellos mis­mos, sin que ella ten­ga que hac­er ni decir nada sal­vo mirar y son­reír cuan­do se pre­cise, dan con la solu­ción a sus prob­le­mas y se van mucho mejor de lo que esta­ban cuan­do se pre­sen­taron a las puer­tas de su casa.

De pron­to, cuan­do parecía que iba a ser una his­to­ria típi­ca infan­til, un cuen­to que poder leer­le a los niños con quizá algu­na morale­ja útil para sus vidas, apare­cen los Hom­bres gris­es y la his­to­ria vuelve a tomar tintes adul­tos quizá no apre­cia­bles por los niños pero dis­fruta­bles igual­mente en ambos casos.

Estos Hom­bres gris­es cor­rompen la vol­un­tad de la gente con muchas matemáti­cas pero mal­os fines; apare­cen un día y te lis­tan el tiem­po que pierdes cada día hacien­do cada una de las cosas que haces y que no te apor­tan nada: afi­ciones, ser amable con la gente, char­lar, tomar un des­can­so durante el tiem­po de la comi­da, reflex­ionar, ayu­dar a los demás… Según ellos todo eso es tiem­po que se recor­ta en tu vida y que no sirve para nada. Y después de con­vencerte de sus teorías desa­pare­cen de tu vida y hacen que olvides que les cono­ces pero sí han cam­bi­a­do la for­ma en que esa per­sona ve el mun­do: de repente ya no hacen nada que les guste, sólo viv­en para tra­ba­jar, siem­pre están de mal humor (¡como para no estar­lo, con esa vida!), se olvi­dan de los demás (inclu­so de su famil­ia) y ya nun­ca tienen tiem­po para nada. Pero los niños son inmunes a estas per­sonas; y espe­cial­mente una de esas niñas: Momo.

Es entonces cuan­do entran en acción el mae­stro Hora y la tor­tu­ga Casio­pea. Con la excusa de ahor­rar tiem­po para poder vivir durante más años, el resto de per­sonas están inso­porta­bles, para qué engañarnos, y Momo sola no podrá deten­er a los Hom­bres gris­es. La adorable tor­tu­ga Casio­pea, que tiene el don de pre­de­cir el futuro, tiene tam­bién un papel fun­da­men­tal en la his­to­ria y en espe­cial en el papel que desem­peñará Momo para tratar de con­seguir que el resto de per­sonas vuel­van a ser como eran antes… y se dejen de his­to­rias raras con eso de ahor­rar tiem­po.

La his­to­ria es muy ame­na, muy dulce; está todo con­ta­do de una for­ma tan boni­ta que has­ta cuan­do uno de los Hom­bres gris­es mete la pata delante de Momo y el resto de Hom­bres gris­es deci­den que des­de ese momen­to es pre­scindible no pude evi­tar api­adarme de él, porque has­ta a los mal­os con­sigue Ende que les teng­amos en cuen­ta en cier­to modo. Además, medi­ante Casio­pea, tam­bién se con­sigue ver la impor­tan­cia que los ani­males tienen en nues­tras vidas; que esto podría decirse que es algo pura­mente útil para los niños, pero parece que hay adul­tos que de niños no aprendieron esa lec­ción y van por la vida hacien­do… cosas… que sería recomend­able no hac­er.

Pros y contras

Mi pro es para la nar­ración porque no creo que sea de casu­al­i­dad con­seguir algo así: un libro infan­til, el cual supues­ta­mente su públi­co obje­ti­vo son los niños, pero que lo más seguro es que a ellos les parez­ca sim­ple­mente la his­to­ria boni­ta y entreteni­da que es y ya está; y sólo si se lee unos años después, nue­stro cere­bro más desar­rol­la­do es capaz de leer entre líneas y encon­trar la críti­ca que Ende hizo a la sociedad, de cómo algu­nas per­sonas adul­tas hacen lo que hacen, que a los niños esas cosas ni se les ocur­ren (por eso, sobre todo, es bas­tante difí­cil que un niño se dé cuen­ta de esos detalles), y que nos hacen, por lo menos, reflex­ionar.

No he encon­tra­do ningún con­tra que pon­er­le: los per­son­ajes no son del todo impor­tantes en sí mis­mos en este libro, pero pese a ello el de Momo, que es el prin­ci­pal, está bien tra­ba­ja­do y muy cuida­do en detalles y en la del­i­cadeza con la que es descri­ta la niña; además Ende tam­bién incor­po­ra a Bep­po y Gigi: dos per­son­ajes a los cuales no hice ref­er­en­cia antes, pero que son los dos mejores ami­gos de Momo, y con sus dis­pares for­mas de ser y las ocur­ren­cias que Ende con­sigue que Gigi ten­ga tam­bién dan más var­iedad a la his­to­ria. La exten­sión es cor­rec­ta y no se me hizo nada repet­i­ti­va ni tediosa ningu­na parte.

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2 comentarios

  1. Es uno de los muchos libros que ten­go eter­na­mente pen­di­ente. No sabía nada del argu­men­to, y la ver­dad es que sí me ha recor­da­do a El prin­cip­i­to, sobre todo cuan­do decía aque­l­lo de la fuente.
    De Ende además tamb­mién me gus­taría releer La his­to­ria inter­minable.
    Salu­dos.

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    • Uy, La his­to­ria inter­minable tam­bién la ten­go pen­di­ente yo; la pelícu­la basa­da en el libro sí la he vis­to, de pequeño un mon­tón de veces porque hubo una época en que la ponían en la tele­visión cada dos por tres, pero aho­ra hace ya un mon­tón de años que no la he vis­to. Ende figu­ra en todas las lis­tas de autores clási­cos que deben ser leí­dos y no sé por qué nun­ca me llamó tan­to la aten­ción como otros, has­ta aho­ra. A ver qué tal el otro libro grande de Ende, que aquél es mucho más cono­ci­do que éste… y espero que supere a la pelícu­la. Si no creo que no me gus­tará tan­to. ¡Un saludín!

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