Reseña: Los besos en el pan, de Almudena Grandes
19-V-2016
Los besos en el pan, de Almudena Grandes
Páginas: 336 ASIN: B016NA44XO
Comprar: papel ebook Editorial: Tusquets ficha del libro
Sinopsis
¿Qué puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de una crisis que «amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido»? Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurre la vida de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no cambie, pero también la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos, la de una mujer que decide reinventarse y volver al campo para vivir de las tierras que alimentaron a sus antepasados… En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan.
Opinión
Entiendo que tratando la historia el tema que trata una fiesta no iba a ser pero… ¡vaya tela! Vale que por el tema que es pueda afectarme más de lo normal, y que estoy últimamente bastante sensible… pero este libro creo que toca la fibra, más allá de que yo esté más sensibilizado con este tema o no. Pienso que es un libro duro, y por encima de todo lo es especialmente en las partes en las que son los niños quienes padecen los problemas propios de las épocas de crisis, sin ellos tener culpa de nada. Hay problemas de mayores a los que un niño no tendría que enfrentarse jamás; y que haya niños que hayan perdido su inocencia y destrozado su infancia con esta maldita crisis es un fallo descomunal de nuestra sociedad al completo. He dicho.
Se trata de una antología de relatos, intercalados y relacionados entre sí, mediante los que se cuenta lo que ha supuesto la crisis en este país para millones de familias sin nombres ni apellidos, representadas por estas otras, que aunque sí tienen nombres, no importa cuáles son. De hecho, la mayoría de personajes prácticamente no están definidos; y en muchos casos se puede decir que son planos, y entiendo que el motivo es precisamente el que comento: que no importen los personajes sino las personas a quienes representan, y como es imposible saber cómo son todas las personas que pasan por esas situaciones, entonces mejor no saber nada de unos ni de otros.
Como luego se verá en los personajes: las épocas de crisis sacan lo peor y lo mejor del ser humano. Y en este libro aunque hay momentos durísimos, también hay historias de personas que hacen que merezca la pena conservar la vida en este planeta.
El libro merece mucho la pena, me ha gustado mucho, pero hay que empezar a leerlo sabiendo que en múltiples ocasiones te acordarás de la autora por haberse ensañado tanto con varias partes de algunas historias. Por otro lado, es lo primero que leo de Almudena Grandes, por lo que desconozco si los demás libros que ha publicado tienen la misma crudeza de éste.
No obstante pienso que un buen libro es el que deja una marca en ti, el que no te deja indiferente tras su lectura, aunque sea a costa de hacértelo pasar mal y hacerte sufrir. Así que por lo tanto, éste lo es.
Personajes
Como dije antes: los nombres de estos personajes, creo, son intrascendentes. Representan a un montón de personas, que sí son de carne y hueso, y que han pasado realmente por lo mismo que se narra aquí… porque aunque ésta es una historia de ficción, los problemas que trata son problemas reales, que existieron, existen, y por desgracia, existirán. Me referiré a estos personajes por su nombre para que quien lea o haya leído el libro sepa a quién me refiero en cada caso.
Para los más suspicaces: puede considerarse que de aquí en adelante hay spoilers de la trama, pero yo no los considero como tal, simplemente me refiero a las historias, e historias como éstas hemos oído cientos en las noticias. Lo importante en el libro es la forma en que se describen, y lo que llega a tocar la fibra una misma historia dependiendo de la forma en que ésta se cuente.
De entre todos los personajes estos son los que más me han llegado:
Sin duda la primera en esta lista es Sofía: una profesora que un día detecta que uno de sus alumnos no lleva bocadillo al colegio para la hora del recreo y, tras hablar con la familia y comprender el problema, cada día ella le lleva algo diferente para comer. Pronto irá conociendo casos de más niños con los mismos problemas a los que también les lleva algo por su cuenta para comer… pero al final serán demasiados como para que ella pueda correr con los gatos de todos esos niños que no pueden permitirse llevarse un bocadillo al colegio y se ve en la necesidad de pedir ayuda. ¿Y lo peor? La impasividad de la directora del colegio, y de algunos compañeros, diciéndole que están aprovechándose de ella, que no es su obligación, que no entra dentro de sus funciones… En fin, hay que leerlo. Este caso hizo subir varios puntos mi creciente misantropía.
Hay otro relato en el que tanto Marta como una mujer sin nombre sufren malos tratos por parte de sus maridos. Una de ellas consigue huir de su casa, pero la otra no corre la misma suerte. Es digna de mención la dureza que tiene encerrada este relato, la forma de narrarlo, y la impasividad de los vecinos de ambas mujeres que, aunque lo sabían, aunque sea muy entrecomillas, y todos pensaron en llamar por teléfono a la policía, en realidad nadie hizo nada.
Y que no todo sea malo, Pascual y Amalia: el primero dueño de un modesto bar de barrio, la segunda dueña de una peluquería. Ambos son de los primeros en ayudar a Sofía con «sus niños». Amor.
Pascual vive a la sombra de su cuñado: un político famoso que le restrega siempre que puede sus éxitos e incluso la mujer de Pascual lo pone como ejemplo de lo que el pobre hombre debería haber hecho con su vida… hasta que en las noticias se enteran de que ha sido imputado por un sinfín de chanchullos y el político ricachón acaba por rebajarse para pedirle a Pascual trabajo para su hijo. Pese a que su negocio no le reporta demasiados beneficios Pascual no duda en echar una mano siempre que se entera de que hay algún vecino que no está pasándolo bien.
Amalia vive atormentada porque en esta época ha perdido muchas clientas y encima le ha salido una fuerte competencia con precios de derribo justo enfrente. Más allá de su profesión no duda en volcarse recogiendo alimentos, ayudando a quienes lo necesiten, y reduciendo al mínimo sus beneficios para no tener que despedir a nadie en su plantilla de la peluquería.
Pros y contras
Mi pro, como todo lo que estoy intentando extraer de este libro, se va para las buenas personas que existen, y que en épocas crudas parece que destacan todavía más entre tanto […] que hay en esta vida. En el barrio que recrea esta historia, pese a que hay gente pasándolo realmente mal, no dudan en echarse una mano los unos a los otros en lo que cada uno pueda ofrecer; sea con dinero, protestando, con su tiempo, e incluso profesionales que siguen trabajando fuera de su horario laboral haciendo lo mismo que hacen en él pero para las personas sin recursos que no pueden costeárselo.
Mi contra, como imaginaréis, va por los malos tratos, y en general la violencia de cualquier tipo, y el sufrimiento de los niños. Está bien que aparezcan en el libro, no digo que no: es algo que existe y la mejor forma para erradicar un problema es darle visibilidad, pero jo… No me ha gustado nada leerlo, y cuando estás inmerso en una situación complicada y dura (la de la historia del libro, digo) y crees que el nudo que tienes en el estómago no puede ir a más ¡zas! aparecen estos dos temas.
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¡Hola Javi! Me ha encantado tu reseña y este es un libro que he estado viendo por todas partes y todo el mundo habla muy bien de él; pero no creo que lo vaya a leer (simplemente porque el último libro
duro´´ que intenté leer no lo pude acabar porque me entraba ganas de tirarme por la ventana cada vez que lo abría, aunque estaba muy bien escrito).
Puede que lo lea cuando sea verano y no me afecte tanto…
¡Un saludo!
¡Hola, Isa! Es cierto que cualquiera no es un buen momento para leer este libro; yo lo leí ahora porque era la propuesta de este mes del club de lectura, si no lo hubiera dejado para más adelante. Con lo cargadito que voy en los estudios… ¡como para venirme abajo por estar leyendo un libro! 😛
Espero que te guste si lo lees en algún momento.
Un saludín. 😀
Quiero leer este libro desde que salió, precisamente por el título. Porque yo de pequeña también besaba el pan. Ahora ya no, porque de tanto dar besos al pan he aprendido a que no se me caiga… 😛
¡Besos!
¡Seguro que te gusta cuando lo leas! Está muy bien escrito. Y aunque es duro y da un poquito de bajón, este tipo de libros también merece la pena que sean leídos. Y si lo lee gente menos sensible que yo pues aunque el tema es triste quizá no afecte tanto, pero como no sé ser de otra forma no puedo corroborar este punto, jaja. 😛
Besos, Bettie.
Yo soy francesa y vivo en Francia pero sí que afecta este libro y que me suena de algo pues vi la diferencia en el comportamiento de la gente cuando oba a España de vacaciones. También está bien escrito y fácil de leer.