Reseña: Las hijas de Tara, de Laura Gallego
21-X-2015

Las hijas de Tara, de Laura Gallego
Páginas: 272 Editorial: Ediciones SM ISBN: 9788434886292
Sinopsis
El mundo natural de Mannawinard lleva mucho tiempo enfrentado al mundo tecnológico de las dumas. Cinco humanos de diferentes orígenes y un androide tienen la solución; pero antes deberán encontrarse y emprender juntos un viaje lleno de peligros donde mercenarios, mutantes y robots destructivos intentarán acabar con sus vidas.
Las hijas de Tara es una mezcla entre fantasía y ciencia-ficción y se desarrolla en un mundo que en el que la manipulación genética y el perfeccionamiento de las máquinas hacen que muchos humanos se planteen una vuelta a la naturaleza.
Opinión
Primer intento de Laura Gallego con el género de ciencia ficción; una ciencia ficción por momentos bastante light combinada con su especialidad: la fantasía, que quienes hayamos leído un poco de su bibliografía sabemos que domina a la perfección.
La aventura nos lleva a seguir los pasos de Kim: una chica de 16 años que trabaja para la Hermandad del Ojo de la Noche, de sobra acostumbrada a un mundo futurista en el que la robótica es algo cotidiano para todos los habitantes de las grandes ciudades. Y de Keyko: el extremo totalmente opuesto a Kim, miembro de las Hijas de Tara, una orden de culto a Tara: una diosa que personifica a la madre tierra, a todo lo que crece en el suelo, a los animales y a la naturaleza en general; le han enseñado desde pequeña a amar Mannawinard —un lugar alejado de todo lo futurista donde la gente vive todavía libre y respetando a su entorno— y odiar profundamente todo lo futurista y cualquier inteligencia artificial.
Y con estos dos personajes, principalmente, junto con algunos que se nos van presentando a lo largo de la trama ya tenemos una historia entretenida, de lectura fácil y rápida, y que nos hará pasar un buen rato. A veces las descripciones de lo que es Mannawinard se me antojan un poco excesivas, aunque siempre dejan una genial moraleja para cuando los niños lean esta historia, y no es otra que la de cuidar lo que nos rodea: la montaña, la vegetación y los animales, porque aunque mucha gente no les dé la importancia necesaria seguro que todos queremos que nuestras generaciones venideras puedan disfrutar de lo que nosotros hemos disfrutado de pequeños y también de más mayores.
Sin duda una mezcla curiosa entre dos géneros tan opuestos entre sí, aunque quienes más partido le sacarán a la historia y a su mensaje será su público objetivo: los niños.
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