La juventud se lleva por dentro
6-VII-2007
Dicen que a juventud se lleva por dentro, y cada vez estoy más seguro de ello. Y ya no por las personas que me rodean, que bien puedo observarlo en ellas, sino también por esas personas que están ahí, a la sombra, y que poca gente saben que existen. Yo al menos, no sé de su existencia.
Comento ésto porque anoche, mientras escuchaba Hablar por hablar, que como sabéis es un programa que me encanta, pasó a antena una señora llamada “Mariquilla”. La verdad es que es con una de las llamadas con las que más he disfrutado en todo el tiempo que llevo escuchando el programa.
La señora rezaba “Yo soy una vieja, revieja, doctora en pedir ayuda y que nadie conteste a los mensajes que dejo…” Y yo me pregunto, ¿por qué nadie recibe esos mensajes?, ¿realmente no hay nadie que pueda estar allí cuando esa mujer necesite algo? No sé qué será de nosotros…
Continuaba hablando, hasta que llegó el punto en el que tocó un tema, al menos para mí, clave en la conversación. “Estoy hablando con vosotros y ahora sé que alguien me está escuchando… a cinco paso de la cama donde estoy inmovilizada a causa de un infarto cerebral“. Creo que no pide tanto, sólo alguien con quien hablar, y que se le escuche. Creo que todos necesitamos a alguien así en algún momento de nuestras vidas. Ella lleva intentando año y medio entrar por antena en el programa… y realmente estaba emocionada porque, al fin y después de tanto tiempo, lo había logrado.
Comentaba que no entraba al chat porque no podía… porque tenía un largo pasillo por delante hasta cruzar un despacho, y más allá de él, el salón donde, y citado tal cual, “tengo un autobús, que es un G5 a lo bestia, y que no puedo usar porque no puedo llegar hasta él“. Continuaba diciendo que siempre había sido de Apple, y que ha tenido todos los modelos que éstos han sacado… “Yo tuve el primer Apple que salió, pasando por un SE, el G3… G4, G5… Y ahora, al lado de mi cama, tengo un iPod que no puedo utilizar porque la movilidad de mi mano está gravemente reducida“.
A ver, ¿quién puede decirme que la juventud no se lleva por dentro? Estoy seguro que si esa señora estuviera la mitad de mal de lo que está tendría mil veces más alegría y vitalidad que muchos jóvenes (entre los que me incluyo) de ahora.
Finalizaba la conversación diciendo “Tengo voz de vieja, pero si soy de Macintosh, ¿cómo voy a ser vieja?, ¡tengo un espíritu jóven!”, y creo que es la mejor frase con la que puedo despedir y dar por concluida esta entrada.
¿Has encontrado algún error en el texto anterior? Me ayudarías mucho si lo reportaras.
si esto tiene mucho de razon, la juventud se lleva por dentro, mientras se tenga alegía en el corazon no hay nada porque tengamos que sentirnos viejos