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La importancia de no quedarse estancado

21-VIII-2015

Los posee­dores de un iPhone esta­mos de enhorabue­na: What­sApp ha tenido a bien sacar, por fin, su ver­sión Web para los usuar­ios de iOS. Por fin podremos con­ver­sar con nue­stros con­tac­tos des­de la como­di­dad que ofrece un orde­nador respec­to a un telé­fono móvil; porque aunque algunos se empeñen en apartar el orde­nador de sus vidas pien­so que un mon­i­tor y un tecla­do físi­co siguen sien­do más rápi­dos y cómo­d­os para usar durante largo tiem­po que un dis­pos­i­ti­vo móvil, sea el que sea. Por no hablar de lo ridícu­lo que me parecía estar delante de un mon­i­tor con el cuel­lo tor­ci­do cara al móvil y escri­bi­en­do des­de allí, cuan­do podríamos estar hacién­do­lo con el tecla­do que ten­emos jus­to delante de nosotros.

Infini­ta­mente más tarde que algu­nas apli­ca­ciones de la com­pe­ten­cia, como Telegram; aunque tam­bién ridícu­la­mente más tarde que los usuar­ios de telé­fonos móviles con Android, los cuales lle­van pudi­en­do usar What­sApp Web des­de prin­ci­p­ios de 2015. Según What­sApp por cul­pa del her­metismo de Apple no pudieron sacar su ver­sión vía web de la apli­cación a la par que en Android, pero que yo sepa el her­metismo de Apple sigue sien­do el mis­mo aho­ra que en enero, así pues podemos con­venir que el absur­do repar­to de cul­pas des­de What­sApp hacia Apple no ha sido sino una met­e­du­ra de pata y una evi­den­cia de su igno­ran­cia sobre qué les esta­ba per­mi­ti­do hac­er en iOS y qué no.

WhatsApp Web

What­sApp fue pio­nera en su sec­tor: la primera apli­cación que se atre­vió a plan­tar cara a las oper­ado­ras móviles y recor­tar el jugoso pas­tel que tenían en ben­efi­cios por cada men­saje SMS que se envi­a­ba. Hoy en día los men­sajes SMS son prác­ti­ca­mente his­to­ria; y los ben­efi­cios que sacan las oper­ado­ras móviles con ellos son irriso­rios, tan­to que la may­oría incluyen un buen mon­tón gra­tuita­mente en el con­tra­to men­su­al… y me atre­vo a decir que un alto por­centa­je, aunque sean gratis, nun­ca lle­gan a uti­lizarse.

¿Qué pasó tras esto? Que en lugar de aprovechar el tirón y afi­an­zar su posi­ción de poder respec­to al resto de apli­ca­ciones que pudier­an seguir sus pasos se aco­modaron. Y se aco­modaron tan­to que ni siquiera supieron ver que la com­pe­ten­cia no sólo esta­ba igualán­doles sino tam­bién superán­doles. Se olvi­daron de sus usuar­ios; jamás respondían cuan­do se les envi­a­ba solic­i­tud de ayu­da al soporte téc­ni­co; no saca­ban ningu­na novedad, y cuan­do a actu­alizarse para inte­grar fun­ciones nati­vas del sis­tema oper­a­ti­vo se trata­ba lo hacían tarde y con fal­los; no parecían hac­er caso a las fun­ciones que demand­a­ban sus usuar­ios… y para rematar, aunque en real­i­dad sea más que económi­co, cam­bian su mod­e­lo gra­tu­ito por un mod­e­lo de suscrip­ción que requiere de pago pre­vio para que te per­mi­tan usar la apli­cación durante el peri­o­do de tiem­po con­trata­do.

Durante todo este tiem­po las alter­na­ti­vas a What­sApp crecieron poco a poco; algu­nas durante más tiem­po, algu­nas durante menos; has­ta que llegó Telegram y des­de un ini­cio se hizo con la base de usuar­ios que las demás no habían con­segui­do has­ta ese momen­to. Pre­sen­tan­do una apli­cación que hacía envidiar su uso a los usuar­ios de What­sApp; con apli­ca­ciones de escrito­rio y ver­sión web para poder usar tu cuen­ta en el orde­nador des­de el primer momen­to en que nació la apli­cación; con una seguri­dad en la encriptación de men­sajes que por aquel entonces en What­sApp era tan sólo un sueño; y con un niv­el de aten­ción per­son­al­iza­da al usuario a través de soporte y redes sociales que darían seguro para una genial mas­ter class a muchas empre­sas…

Al menos en España What­sApp sigue dom­i­nan­do; muchos tienen tam­bién cuen­ta en Telegram, pero a día de hoy cuan­do cono­ces a alguien y debes con­tac­tar con esa per­sona es mucho más fre­cuente la pre­gun­ta ¿tienes What­sApp? que ¿tienes Telegram? Eso no qui­ta que en el país donde más usuar­ios tenía What­sApp, bue­na parte de ellos se haya des­en­can­ta­do con el ser­vi­cio y se hayan pasa­do a cualquiera de las múlti­ples alter­na­ti­vas de que dispone el mer­ca­do. Y todo por una estrate­gia errónea: creer que cuan­do estás arri­ba ya no bajarás; creer que el hecho de haber sido el primero en algo no puede hac­erte caer cuan­do alguien, pese a que no haya sido el primero en hac­er ese algo, sí sea alguien que lo hace mejor.

Y algo que nos ha demostra­do What­sApp con el paso del tiem­po, aparte de que fueron unos vision­ar­ios en el momen­to en que crearon lo que podría haber sido la mejor apli­cación del mun­do —y que durante un tiem­po lo fue—, es que estancar­se es lo peor que puede suced­er a una per­sona, a un proyec­to o a un nego­cio. Nada dura eter­na­mente: ni el dinero, ni la fama, ni los usuar­ios de un ser­vi­cio; que por muy fieles que puedan ser, lo serán has­ta cier­to límite: en el momen­to en que exista un ser­vi­cio mejor y con mejores garan­tías, por nue­vo que sea, con toda prob­a­bil­i­dad bue­na parte de ellos harán el cam­bio.

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2 comentarios

  1. DiegoValiente 22-VIII-2015

    Buen artícu­lo Javi.

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