La cultura sirve para no gritar cuando se cae el avión
2-XII-2015
Pocos de quienes me conocen desconocerán mi admiración por don Arturo Pérez-Reverte, pero es que en cada entrevista, en cada opinión vertida en sus columnas o en Twitter, siempre hay algo interesante para extraer y pensar en ello. Me maravilla cuando habla profundamente de lo que sabe, cuando se explaya, cuando lo ves en su salsa, disfrutando como un niño por el simple hecho de compartir una parte de sí con quien quiera escuchar; y uno de los temas en el que más conocimiento desborda es en la historia, y por supuesto, en la literatura.
Hoy han publicado una entrevista en JotDown, en la que hay un fragmento que me encantaría compartir aquí. La conversación venía de su trabajo en la Academia, de su papel en ella como académico rebelde y disidente en su más que conocida guerra contra la supresión de los acentos en los demostrativos y el sólo/solo, y en qué tipo de ambiente se respira por allí. Decía que lo que menos le gusta de ésta es el conformismo; por ejemplo, cita un artículo que se escribió sobre el sexismo en la lengua, a saber: aquello de los miembros y las miembras, decía que una mayoría optaron por una actitud cobarde y recomendaron olvidarse del tema y simplemente dejarlo pasar para no crear polémica. Y en esto coincidimos ambos: una opinión no puede reprimirse por el miedo al qué dirán. Y puestos en antecedentes viene la parte que quiero destacar:
P: Es decir: ¿la cultura y la erudición no nos hacen mejores, es el ambiente que se encuentra en cualquier otra parte?
R: No, uno culto puede ser tan cobarde y conformista como uno inculto. Incluso más. La cultura no nos hace mejores.
P: ¿De qué nos sirve?
R: Para no gritar cuando se cae el avión [risas]. ¿Te cuento porqué te digo esto? Un día iba volando de Chipre a Beirut. Cuando subo a un avión, sé que se puede caer, porque soy razonablemente culto, como cualquiera con un mínimo de vida y lecturas, y sé que según la ley de la gravedad las cosas que pesan se caen. A veces se caen. Y cada Titanic tiene su iceberg. Porque he leído, y eso es ser culto: saber que cada Titanic tiene su iceberg o que cada avión se puede caer. Y ese día, volando en ese avión cayó un rayo, y al perder altura la gente empezó a gritar, y yo me dije: «Fíjate, estos idiotas gritando, no sé de qué se sorprenden, si los aviones se caen, ¿qué esperaban? Me voy a morir entre gente gritando, vaya forma más idiota de morir». ¿Por qué yo no grité? Porque sabía que los aviones se caen, y esos bobos creían de verdad que el avión no se iba a caer nunca. Suben al Titanic pensando que no se va a hundir. Lo creen de verdad. Creen que el coche en el que viajan no se va a estrellar contra el árbol, creen que son inmortales. Y la cultura te permite saber que no lo eres. La cultura da una actitud asuntiva, o como se diga, frente a la vida y la muerte. La parte positiva de la cultura es que, cuando llegan los bárbaros, tú estás en tu biblioteca, apoyado en la ventana, viendo cómo gritan las matronas, cómo las violan, cómo arde Roma, y todo el mundo gritando, y tú dices: «Pero gilipollas, ¿qué esperabais? Los bárbaros hacen estas cosas. Si hubierais leído sabríais que tarde o temprano pasan estas cosas».
No sé a los demás, pero a mí estas palabras me parecen sublimes. Y más allá de la anécdota se puede extraer la metáfora y aplicarse en multitud de ocasiones; por ejemplo, y retomando lo comentado anteriormente: en la historia. La historia, desgraciadamente, siempre se repite; porque la historia la escribimos los humanos y no nos caracterizamos precisamente por ser una raza que aprenda de sus errores. Todos los conflictos que puedas leer en los libros de historia volverán a suceder: con mayor o menor crueldad, ocasionando una guerra bélica o no, quizá en distintos escenarios y con diferentes bandos, pero en general todo vuelve. Y sí, los aviones cayeron y seguirán cayendo, los coches se estamparon y seguirán estampándose, los barcos en su inmensidad a veces se topan con un bloque de hielo y el hielo queda ahí pero el barco se hunde, y por supuesto, por mucho que a veces nos creamos inmortales o por encima del bien y del mal, no lo somos. Siempre acabarán llegando los bárbaros, que violarán a las mujeres y matarán a sus maridos; nosotros ya fuimos verdugos en el siglo XV, y tarde o temprano llegará alguien que sea nuestro verdugo. Porque la historia siempre se repite.
¿Has encontrado algún error en el texto anterior? Me ayudarías mucho si lo reportaras.
Me gusta. Da para pensar. Aunque también es un poco fatalista, pero a lo mejor negar el fatalismo es intentar engañarse. No sé.
Es cierto que es bastante fatalista, pero en cuestiones de guerra al menos para las personas de nuestro nivel en cuanto a poder se refiere siempre nos pillan por sorpresa. Y si los mandamases del mundo están al corriente de lo que pasa o lo que puede pasar parece que no hacen demasiado por evitarlo…
Pues Pérez-Reverte nos dio mucho para pensar en aquel entrevista en JotDown… tan cantidad de ideas me dio, de hecho, que no podía acabar de comentar sobre ellas para unas semanas o más, aunque nadie que me conoce podía tener interés en mi comentario como ningún de ellos habla español o ha leído Pérez-Reverte. 🙂 Y si todos los pingbacks no me darían vergüenza, quizás seguiré comentar todavía…
Pérez-Reverte es un escritor genial, me gustan muchos sus libros y sus pensamientos son siempre interesantes de leer. Hace unos meses escribió un post en su página de web, por ejemplo, El adiós de Héctor que me impresionó mucho — si no lo has leyendo ya, te lo recomiendo.
¡Muchas gracias por tu comentario! Yo también me pasé varios días reflexionando sobre ellas, y comentándolo con gente conocida con la que puedo hablar de estos temas y reflexionar sobre ellos sin que piensen cosas raras. 😛 Tú eres más que bienvenida por este blog siempre que quieras hablar de Pérez-Reverte o, en general, de cualquier otro tema que tengamos en común, como la literatura, por ejemplo.
Yo admiro mucho a Pérez-Reverte por sus libros, pero todavía más como persona, por lo que dice y como lo dice; es de los pocos que se atreven a decir las cosas que todos pensamos pero que nadie con importancia suficiente en la sociedad como para ser escuchado se atreve a decir. Y eso para mí es digno de admirar.
Hace tiempo me suscribí a sus artículos por RSS para no perderme ninguno, estaba seguro de que lo había leído pero lo busqué para leerlo de nuevo. Siempre es un placer leer a este hombre, aunque ya lo hayas leído. Estoy recopilando sus artículos sobre la historia de España, y cuando llegue a la época actual los imprimiré para poder leerlos uno tras otro y tenerlos a mano para posterior consulta; una historia diferente, mucho más amena que la que puede encontrarse en los libros de texto.
Un saludo y, de nuevo, gracias por tu comentario.
Pues muchas gracias por dar la bienvenida a mí aquí. 🙂 Y en especial como ya lo he dicho, que no conozco a nadie más con quién puedo hablar de Pérez-Reverte y sus libros. Y me ofrece la oportunidad para hablar español que, dios sabe, necesito para mejorarlo. 🙂
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dijiste en el segundo párrafo, que él ‘se atreve a decir las cosas que todos pensamos’. A mí me parece muy importante que la gente dice que piensa y que discute sobre las temas difíciles — ¿cómo nos entendemos si no discutimos sobre nada, si no nos escuchamos, si nunca jamás no intentamos ver las cosas desde diferentes puntos de vista? En el momento, estoy leyendo un libro que es una colección de entrevistas con españoles, España desde el bar escrito por Joan Planas, un catalán quién quería saber que piensan los demás de españoles sobre la independencia para Cataluña y sobre otras temas… es una idea estupenda hacer esto.
Y yo también suscribo a los artículos de Pérez-Reverte. 🙂
Bueno, puedes encontrar El adiós de Héctor aquí (para salvarte la necesidad buscarlo): http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/1052/el-adios-de-hector/
Espero que te gusta. Me gusta La Ilíada, así que este artículo me impresionó mucho. Y aquí es mi post sobre ello que quizás puede ayudarte en aprender inglés porque he traducido un parte de artículo de Pérez-Reverte (no me atrevó traducir lo todo como no estaba segura de la leyes de copyright) así que puedes comparar el inglés con el español: https://waterbloggedbooks.wordpress.com/2015/11/03/hectors-farewell-why-homer-matters/
¡Buf! Perdóname por hacer este comentario demasiado largo.
Cada vez más se lleva lo políticamente correcto entre quienes tienen voz; los profesionales que impartan clases de diplomacia tienen el salario garantizado de por vida. Yo todavía no leí La Ilíada, pero sí quiero hacerlo; aprovechando que estuvimos hablando de este tema eché un ojo al libro para ver cuál era su nivel, pensaba erróneamente que sería poesía con vocabulario clásico, pero he descubierto que hay versiones adaptadas en prosa, para una comprensión más fácil de la obra, así que no hay excusas para no leerlo.
Muchas gracias por enlazarme tu artículo con la traducción, ha sido una muy buena experiencia comparar la versión de Reverte en español con la tuya en inglés. La práctica hace al maestro, dicen, así que seguiré practicando para mejorar. 😛
Y no te preocupes por los comentarios largos, ¡los míos (al menos en español) normalmente son siempre muy largos!