Aunque la parte descalcista de este libro en prin­ci­pio no me intere­sa demasi­a­do, los con­se­jos que en él se dan tam­bién se apli­can a aque­l­los que sí ten­emos interés por el min­i­mal­is­mo; todos ellos son váli­dos tam­bién para una tran­si­ción cor­rec­ta y, como se tra­ta de un libro de expe­ri­en­cias per­son­ales y no todas tienen por qué ser acer­tadas, tam­bién sirve para que conoz­camos qué es mejor no hac­er durante el peri­o­do de adaptación y el inmedi­ata­mente pos­te­ri­or a éste.

Entre las pági­nas del libro van inter­calán­dose entre­vis­tas y expe­ri­en­cias per­son­ales de otros corre­dores min­i­mal­is­tas o descalcis­tas en las que nos cuen­tan qué ven ellos de bueno en estas téc­ni­cas de car­rera y en lo que les ha apor­ta­do en sus vidas dar el paso —y nun­ca mejor dicho— hacia este modo de car­rera más nat­ur­al.

Un libro recomend­able si estás planteán­dote el cam­bio, aunque tam­bién si como yo ya llevas tiem­po con esta téc­ni­ca de car­rera; siem­pre se aprende algo nue­vo de las expe­ri­en­cias de los demás y el modo en que abor­da estos temas Emilio resul­ta muy ameno.