Reseña: Génesis, de Bernard Beckett
6-II-2016

Génesis, de Bernard Beckett
Páginas: 160 ISBN: 9788498382167
Comprar: papel ebook Editorial: Salamandra ficha del libro
Sinopsis
En un futuro no muy lejano, una estudiante llamada Anaximandro se presenta al riguroso examen de ingreso en la Academia, el órgano de gobierno de la utópica sociedad en la que se ha criado. A lo largo de varias sesiones extenuantes, las preguntas del tribunal, que suscitan importantes cuestiones éticas y filosóficas, la llevarán a descubrir una verdad que hará tambalear los cimientos sobre los que se asienta su mundo.
Opinión
El argumento de esta historia es sencillo: una niña, Anaximandro, quiere ingresar en la Academia y para ello tiene como requisito indispensable superar una dura prueba sobre conocimientos históricos. La narración también es sencilla: Bernard Beckett aprovecha las ganas que tiene Anax de aprobar ese examen para que cualquier pasaje histórico narrado a sus examinadores resulte apasionante y de fácil comprensión aun teniendo en cuenta que para nosotros gran parte de esa historia no existe «todavía». Y me temo que ahí termina la sencillez en esta novela.
Me ha encantado. Es un libro con un final para digerir con calma, con mucha calma diría yo; terminas el libro y piensas ¿pero por qué me hace esto, señor Beckett? ¿Qué le hemos hecho los humanos de este mundo para que juegue con nosotros de esta manera? ¡Y lo peor es que me gusta que haya jugado conmigo así!
Me recomendaron leer este libro hace tiempo, y aunque lo tenía en mi lista de pendientes probablemente se hubiera quedado ahí más tiempo del debido si no fuera por esta gran y apasionada reseña de Bettie, que si habla así de la Biblia no dudaría en empezar a leérmela ya… bueno, quizá eso sea mucho decir; y más tarde mi elefanta favorita también empezó a leérselo —aquí su reseña— y comentaba lo genial que era… ¿Cómo resistirme?
Características
La historia tiene una narración equisciente a través del personaje protagonista; mantiene un orden lineal y está intercalada por el diálogo de dos únicos interlocutores: Anaximandro y el Examinador. Aunque apenas hay caracterización de los personajes —la historia se centra en hechos—, lo que se puede saber sobre ellos es de forma indirecta a través de los pensamientos de Anaximandro; sólo hay una pincelada de caracterización directa en los hologramas que se reproducen durante la prueba, que representan a Arte y a Adán. La novela tiene únicamente cuatro capítulos, por lo que todos ellos son bastante extensos. La historia está ambientada en un tiempo indeterminado del futuro y la localización de la misma, aunque se comenta vagamente, es la habitación donde realizan la prueba para poder entrar a la Academia, dentro de las instalaciones del centro: «[…]Llegó al final del pasillo y torció a la izquierda. Miró la hora. La verían acercarse, o eso se rumoreaba. La puerta corredera se abrió suave y silenciosa, como todo en las instalaciones de la Academia[…]».
Personajes
El autor nos presenta a Anaximandro como una niña como otra cualquiera, con inquietudes y ganas de estudiar. Un día, sin más, mientras contemplaba la puesta de sol desde su montaña favorita, se encuentra con un hombre , y tras unos cuantos encuentros más en el mismo lugar, se ofrece a ser su tutor para conseguir superar la prueba que da acceso a la Academia: el sueño de cualquiera. Es difícil no encariñarse rápido con esta muchacha, pensando la de tiempo que ha tenido que invertir para saber todo lo que sabe y poder hacer ese examen; poco después de empezar el segundo capítulo ya estaba pensando: ¡examinadores, aprobadla de una vez!
El Examinador, o los examinadores en realidad —aunque sólo dialoga uno de ellos—, juegan un papel importante ya que son quienes, durante toda la novela, ponen en aprieto tras aprieto a Anax para saber si es ciertamente una candidata ideal para aprobar ese examen tan complejo y… entrar en la academia. Y cuando crees que está todo el pescao vendío son quienes reciben con los brazos abiertos EL final.
Adán y Arte son, para mí, quienes forman la parte más entretenida y divertida de la historia; en medio del examen de Anax la narración comenta que a los aspirantes se les pide que creen un holograma —diles a ésos que llegaste a ver y tocar una cinta de VHS, verás las risas— con el tema elegido para que se pueda apoyar la explicación en imágenes. En esos hologramas se nos presenta por un lado a Adán: un tipo un tanto rebelde; y por otro lado a Arte. Es complejo describir a estos dos sin destripar parte de la historia; sólo añadir que estos personajes juegan un papel muy importante en EL final, del que no diré nada para que echéis humo por las orejas a gusto.
Diálogos
Algunos diálogos recuerdan un poco a los guiones de teatro, entiendo que con el fin de utilizar la narración únicamente lo imprescindible; tanto las preguntas del Examinador como las respuestas de Anaximandro van precedidas por sus respectivos nombres; en el caso de los diálogos mantenidos entre Adán y Arte ya sí llevan la estética habitual.
Lo menciono de pasada, porque me resultó curioso, pero no supone ningún problema en la agilidad de la lectura ya que, al menos a mí me ha sucedido, llega un momento en que ya sin siquiera leer los nombres sabes quién está diciendo cada cosa.
Pros y contras
Aquí tengo un dilema moral importante. Ese final del que hablo es un procontra. Hasta que se llega a él es una historia entretenida, divertida incluso, porque las batallas dialécticas entre Arte y Adán me encantaron. Pero ay, cuando se llega a ese final, a ese diabólico final más bien; que sólo puede ser fruto de una mente perversa para dejarnos a todos medio locos, echando humo por las orejas cual dibujo animado tras unos largos minutos de concentración; la historia pasa de ser entretenida a épica, sólo piensas ¿por qué? Puedes tratar de hacer las cábalas que te dé la gana, me parece altamente improbable que alguien consiga adivinar lo que le deparan las últimas páginas. Es un final, sin duda, a la altura del libro; un final de esos libros que nunca se olvidan, y que por más tiempo que pase recordarás cómo te sentiste cuando estabas tan tranquilamente leyendo y te vino todo de sopetón.
El único contra que se me ocurre para ponerle a este libro es que esta historia no se me haya ocurrido a mí. Va a ser complicado que este nuevo amiguito no esté entre los mejores libros de 2016.
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Yo creo que todo lo que teníamos que fangirlear sobre este libro ya lo hacemos en privado, así que voy a dejarme de minucias y voy a decir lo que ambos estamos pensando: ¡Aplazad vuestras lecturas y priorizad con esta maravilla de la tinta!
Muchos besos, señor Palacios.
Sin duda, cualquier lectura puede esperar un poco para disfrutar tranquilamente de esta joyita. ¡Cómo mola fangirlear contigo! Besos, señorita elefanta. 😛
Jo-Jo-Jo. Me encanta 😀
Hay que ver como una conversación dentro de un librito tan cortito es capaz de aportar tanto. 😛