Este libro se mere­cería, a mi juicio, tres estrel­las y media; como no puede ser pre­fiero dar­le cua­tro a tres. Me pare­ció muy com­ple­jo, sobre todo al prin­ci­pio. Apare­cen demasi­a­dos per­son­ajes y muchos esce­nar­ios que, aunque ten­gas idea de lo que ocurre en El Señor de los Anil­los, no te sue­nan abso­lu­ta­mente de nada —muchos de ellos van cam­bian­do de nom­bre además.

Pese a todo es un libro que me ha engan­cha­do muchísi­mo, pues de no ser así lo habría deja­do a medias, sin leer, porque en algunos tramos me pare­ció pesadísi­mo. Un tru­co, aunque evi­dente pero muy útil, es leer­lo tenien­do el mapa y el índice de per­son­ajes «a mano». Parece inclu­so más com­pli­ca­do de lo que es, pero cuan­do le echas un ojo a los árboles genealógi­cos vas quedán­dote con nom­bres; y en los mapas pues eso, no hay mas que bus­car. Algo más de la mitad de libro me la leí así y se nota mucha difer­en­cia.

Aunque a pri­ori leer este libro pue­da no pare­cer el mejor plan del mun­do, si de ver­dad te intere­sa la his­to­ria de Tolkien y quieres saber el cómo y el por qué de cada cosa que ocurre, este es tu libro. Se expli­ca de for­ma amplia y detal­la­da el ini­cio de todo, y su pos­te­ri­or evolu­ción. Datos que se pueden obten­er en may­or o menor medi­da en otros libros, pero de for­ma mucho más breve. Y que no alcan­zan al detalle con el que se plas­ma aquí cómo son real­mente los primeros hom­bres, elfos y enanos. Y con ellos la evolu­ción de las dis­tin­tas razas.