He leí­do este libro después de leer El Señor de los Anil­los. Y después de leer El Sil­mar­il­lion, con obje­ti­vo de leerme los volúmenes más impor­tantes de la saga de Tolkien en orden; es decir: tras éste volveré a leer El Señor de los Anil­los, para poder enter­arme de todo de for­ma cor­rec­ta.

En mi opinión El Hob­bit es rad­i­cal­mente opuesto a El Sil­mar­il­lion; todo lo que me costó de leer aquél, lo pesa­do que me resultó, y lo repletísi­mo de per­son­ajes, ha sido a la inver­sa en éste. Y me ale­gra muchísi­mo. El Hob­bit sirve prin­ci­pal­mente para darnos a cono­cer a las criat­uras más pequeñas de la Tier­ra Media, y que más tarde ten­drán un clarísi­mo pro­tag­o­nis­mo en la his­to­ria. Prin­ci­pal­mente nos cuen­ta la per­son­al­i­dad de Bil­bo Bol­són cuyo descen­di­ente, Fro­do Bol­són, es de sobra cono­ci­do por todos los que lean estas líneas.

Nos nar­ra la his­to­ria del hob­bit, mues­tra un Gan­dalf bas­tante difer­ente de como se verá en El Señor de los Anil­los, y nos da a cono­cer tam­bién a los ante­cesores del enano Gim­li, que se hará notar muchísi­mo en his­to­rias pos­te­ri­ores. Se ven las primeras batal­las a las que se enfrenta Bil­bo y cómo, pese a quedar­le grande todo lo que hay más allá de La Comar­ca, se las apaña para salir indemne de cuan­tos peli­gros se enfrente. A veces inclu­so sor­pren­den­te­mente.

Recomien­do este libro para empezar con buen pie El Señor de los Anil­los; como una suerte de pról­o­go de la his­to­ria con mayús­cu­las. No como en mi caso, que por desconocimien­to no leí los libros en orden, pero que es un error que estoy enmen­dan­do aho­ra.