Pági­nas: 315 ASIN: B00GBWJZES

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Sinopsis

Al empezar un nue­vo año, Brid­get, una mujer que ha cumpli­do los trein­ta, se plantea intro­ducir cam­bios drás­ti­cos en su vida y lle­var a cabo sus mejores propósi­tos: perder peso, ser encan­ta­do­ra, dejar el alco­hol y el taba­co, encon­trar un amante estable… Por las pági­nas de su diario des­fi­lará toda una serie de per­son­ajes (sus padres, empeña­dos en casar­la; novios oca­sion­ales y com­pañeros de tra­ba­jo; ami­gas adic­tas a los libros de autoayu­da), así como un obsesi­vo recuen­to de copas, kilos y calorías, en una suce­sión de hila­rantes situa­ciones descritas con un esti­lo ágil y direc­to, y aderezadas con un chis­peante sen­ti­do del humor.

Opinión

Me ha pare­ci­do un libro malo. Pero no malo de esto que dices: bueno, he leí­do cosas mejores… no, es malo con avari­cia, malo con ansias de ya que me pon­go a escribir algo malo, al menos voy a ganar en este ter­reno. Entien­do que la auto­ra tiene que pon­erse en el papel del per­son­aje durante la nar­ración, ya que como el títu­lo indi­ca es un diario, y supon­go que podrá escribir con más sen­ti­do del que ha demostra­do aquí, pero es que si encon­tráramos la for­ma de hac­er escribir en un lengua­je intel­igi­ble a un chim­pancé crearía tex­tos con más sen­ti­do que el que hay en este libro. Me da pena pon­er tan mala pun­tuación a un libro, y de hecho sólo hay un libro más con esta pési­ma pun­tuación porque no pude ni ter­mi­narlo en su momen­to, y vién­do­lo en per­spec­ti­va en com­para­ción con éste aquél debería estar en mi lista de favoritos.

Todos los capí­tu­los empiezan con un «resumen» de los kilos que pesa, las calorías con­sum­i­das, los cig­a­r­ros fuma­dos, las copas bebidas, y cualquier otra cosa que con­sidere rel­e­vante. Eso no es sano, espero que ningu­na per­sona en el mun­do se vuel­va así de obsesi­va; hacia el final del libro esta­ba tan har­to que en muchos capí­tu­los si veía que no con­tenía ese pár­rafo nada rel­e­vante ni lo leía ya. Qué har­tazón.

Por otro lado Helen Field­ing dice que Brid­get es filólo­ga; una filólo­ga que se ha saca­do una car­rera sin saber escribir, pero filólo­ga a fin de cuen­tas. La auto­ra se supone que escribe libros, o lo que sea que haga con los pobres libros, así que una mín­i­ma idea del tra­ba­jo que se real­iza en una edi­to­r­i­al debería de ten­er. ¿Por qué lo úni­co que se ve de Brid­get en su tra­ba­jo den­tro de una edi­to­r­i­al son men­sajes en plan lig­o­teo entre ella y su jefe? Podría hac­er… ¿algo? Y cuan­do no está envian­do o leyen­do men­sajes deja la ofic­i­na y se larga al bar con sus ami­gas porque han declar­a­do «situación de emer­gen­cia». Pues muy bien.

Ésta es la primera lec­tura con­jun­ta en la que par­ticipo (yay!); mi ele­fan­ta favorita y yo leí­mos jun­tos (random.org, que sepas que fue cul­pa tuya) este libro; la ver­dad es que la expe­ri­en­cia moló mucho, no por el libro sino por poder criti­car­lo comen­tar­lo entre los dos con­forme íbamos avan­zan­do. ¡Espero que haya muchos más!

Características

La his­to­ria está nar­ra­da en primera per­sona por Brid­get Jones, el per­son­aje pro­tag­o­nista de la his­to­ria, en for­ma de diario per­son­al, como ya se supone al leer el títu­lo del libro; cada capí­tu­lo —gen­eral­mente bas­tante breves todos ellos— cor­re­sponde a un día difer­ente de su vida. La his­to­ria sigue un orden lin­eal, des­de enero has­ta diciem­bre de un año inde­ter­mi­na­do.

Personajes

La filólo­ga Brid­get Jones es el per­son­aje prin­ci­pal de ésta que es su his­to­ria. Me sien­to mucho mejor si pien­so que no es sino una car­i­catu­ra que, ojalá, no rep­re­sente a ningu­na mujer, ni hom­bre, del mun­do. Yo no soy una per­sona que se ten­ga a sí mis­ma en demasi­a­da valía, pero es que una cosa es eso y otra lo de este per­son­aje; es como si fuera su peor ene­mi­ga, su peor y más dev­as­ta­do­ra críti­ca. Tiene mala suerte la pobre chi­ca, hay que recono­cer­lo; pero es que entre eso y que tiene una habil­i­dad espe­cial para meterse en prob­le­mas de los que, aunque sea por expe­ri­en­cia, debería salir huyen­do…

Pam Jones es la madre de Brid­get: una dese­qui­li­bra­da men­tal y egoís­ta que no sabe sino pen­sar en sí mis­ma y en su feli­ci­dad por enci­ma de todo; ¿qué más da si con algo que haga fas­tidia a Collin Jones (el padre)? ¡Da igual! ¿Y si algo de lo que hace pone en ridícu­lo y mata de vergüen­za a Brid­get delante de todo el mun­do? ¡Qué más da, ella es feliz así! Y como es una per­sona tan guay, todo el mun­do le debe agradec­imien­to y pleitesía por hon­rar­los sim­ple­mente con su pres­en­cia.

Daniel Cleaver es el jefe de Brid­get, que lo cono­ce­mos al prin­ci­pio del libro; y durante el tran­scur­so de la his­to­ria es la primera per­sona de la que se enam­o­ra la muchacha… ¡ani­mal­i­co! Luego espera que le sal­ga bien. Éste es el pro­totipo de hom­bre del cro­mañón, un estúpi­do venido a más que se cree con dere­cho de humil­lar y des­pre­ciar a Brid­get sim­ple­mente porque se cree mejor que ella. Y enci­ma en uno de los capí­tu­los del diario se cuen­ta una his­to­ria en la que aparece como si fuera la mejor pare­ja del mun­do estando delante de sus ami­gas… y luego por la espal­da… Mejor ni leer­lo. ¡Qué rabia me ha dado este per­son­aje!

Y por últi­mo, Mark Dar­cy, que aunque se nos pre­sen­ta a este per­son­aje casi al prin­ci­pio de la his­to­ria, Brid­get tar­da una vida en darse cuen­ta de que este hom­bre es lo mejor que le puede pasar; sobre todo, tenien­do en cuen­ta la clase de per­sonas con las que suele man­ten­er con­tac­to la pobre. Hay una esce­na, sobre todo: la de la sopa, ya la recono­ceréis, seguro que no pasa desapercibi­da para quien lea o haya leí­do el libro, en la que mi parte ñoña se sin­tió muy iden­ti­fi­ca­da con Mark, y es que me imag­i­no yo en una situación así y hubiera reac­ciona­do de for­ma muy sim­i­lar. *Vergüen­za*

Pros y contras

Podría decir como pro que es un libro cor­to, pero sería demasi­a­do demole­dor y quiero bus­car­le cosas bue­nas, que aunque no demasi­adas, tiene. La nar­ración es, como ya dije, bas­tante insul­sa, pero por eso mis­mo el libro se lee en un sus­piro; es un pro. El humor: no en vano se puede clasi­ficar per­fec­ta­mente en este género humorís­ti­co; al prin­ci­pio te hace gra­cia como es Brid­get, y al menos a mí hizo que me sin­tiera un poco mejor con­mi­go mis­mo com­parán­dome con ella, pero después es que hay situa­ciones tan sur­re­al­is­tas y rocam­bo­lescas que es que no puedes sino reírte porque la situación es tan depri­mente que no da para más.

Y los con­tras… Es que he sido tan críti­co que ya me da pena. ¿Vale como con­tra que haya tenido el éxi­to sufi­ciente como para sacar a la ven­ta una segun­da y ter­cera parte? Espero que sí.