Para muchos, la noti­cia de estas fal­las 2011 ha sido que Car­men Lomana (sobran las pre­senta­ciones), haya sido Fall­era May­or de la fal­la Paseo de la Alame­da-Aveni­da de Fran­cia. Los hay de los que, como en mi caso, nos da igual quién sea Fall­era May­or de cada una de las comi­siones; los hay, aunque menos, de los que pien­san que siem­pre y cuan­do no sea la comisión a la que pertenece cada uno, nadie tiene dere­cho a opinar sobre quién es Fall­era May­or de una fal­la, podría opinarse en el caso de que Car­men Lomana hubiera sido elegi­da como Fall­era May­or de Valen­cia (caso alta­mente improb­a­ble), ya que sería la Fall­era May­or de todos los valen­cianos, pero a mi juicio, creo que no ten­emos dere­cho de juz­gar a nadie que sea máx­i­ma rep­re­sen­tante de una comisión fall­era conc­re­ta, ya que como debe­mos saber, estas comi­siones son pri­vadas.

Pen­sar que por ser famosa no tiene dere­cho a ser fall­era, o Fall­era May­or, creo que es un error. Pasarán cien­tos de per­sona por delante de la Mare de Deu durante la ofren­da que sean exac­ta­mente iguales que Car­men Lomana, tan­to para bien como para mal; la difer­en­cia es que no las cono­ce­mos, por tan­to, no las podemos criticar, aunque los más mor­daces sí lo hagan, sim­ple­mente vién­dolas exte­ri­or­mente. No debe­mos olvi­dar, en el pasa­do, las innu­mer­ables per­sonas famosas que se han vesti­do con ropa tradi­cional valen­ciana para des­fi­lar por la ofren­da. No deberíamos olvi­dar, tam­poco, la can­ti­dad de per­sonas que pasan durante los dos días de ofren­da que no son valen­cianas —en muchos casos, ni siquiera españo­las. Sea por devo­ción, por inte­gración, por ganas de fies­ta, por par­tic­i­par en las cos­tum­bres valen­cianas… nos ten­dría que dar igual. Lo que impor­ta es que si lo hacen, es porque quieren hac­er­lo.

Habría que plantearse que quizá las fal­las son una de las tres fies­tas más cono­ci­das a niv­el mundi­al por cosas como estas —entre otras, claro—, y que a otras fies­tas de otras comu­nidades, que no son tan frikis, se les conoce en sus respec­ti­vas comu­nidades, y de casu­al­i­dad. Ser críti­cos está muy bien, pero hay que recor­dar que cuan­do se escupe hacia el cielo, es bas­tante prob­a­ble que acabe cayen­do enci­ma.

Por mí, si Car­men Lomana ha dis­fru­ta­do de las fal­las, y sirve para que vaya donde vaya hable bien de esta fies­ta, la mejor fies­ta del mun­do para mí: ¡bien­veni­da sea!