Reseña: De una vida a otra, de Fernando Delgado
18-I-2016

De una vida a otra, de Fernando Delgado
Páginas: 304 ISBN: 9788408096016
Comprar: papel Editorial: Booket ficha del libro
Sinopsis
«Durante años me pregunté qué habría sido de aquel muchacho que, mediados los sesenta, vi salir un día del reformatorio canario en el que yo daba clases, y al que por la gravedad de sus supuestos delitos trasladaban a un reformatorio modelo de la península, esposado. Casi cuarenta años más tarde intenté encontrarme en la red con aquel adolescente o con alguien que pudiera dar noticia de él. Ahí empieza esta novela.» De una vida a otra describe cómo de pronto puede cambiar el destino de una persona por motivos que ignoraba. Y de qué modo esa misma persona busca al que fue y quiere volver a ser. Una novela sobre las peripecias de la identidad, pero también un relato sobre los caprichos del destino.
Opinión
Tras ver la película francesa Les Choristes, Los chicos del coro en español, al protagonista le viene a la cabeza un pasado que oculta con recelo y que se parece en gran medida al argumento de la película; tanto que, en su cabeza, parece como si hubieran hecho la película basándose en el caso que tanto él como sus demás compañeros y profesores vivieron en el reformatorio San Eustaquio. Animado por su mujer decide intentar encontrar a sus amistades de la infancia por internet, poniendo anuncios en páginas de contactos.
Tras la búsqueda por internet se encuentra con un viejo profesor, de los que le daba clases en aquella época; el profesor se da a conocer y le pregunta un poco por su vida. Es a partir de ese momento en el que el autor se deja llevar y, entre intercambios de correos, nos va contando la vida de Juan Jonay —o Román—, el protagonista absoluto de la historia.
Vamos con los personajes:
- Don Alfredo es el profesor al que me refería antes; en realidad, salvo que daba clases de pintura en aquella época, no se conoce mucho más. En la novela, hacia el final, se comenta que hay un intercambio de correos entre él y el protagonista, pero en realidad sólo se puede leer el primero de esos correos, en el cual se puede ver el típico correo de cortesía que se le puede enviar a alguien que hace mucho tiempo que no ves; el resto de páginas del libro son, o parecen ser, la respuesta a ese correo. Pobre de don Alfredo cuando se diera cuenta la forma en que se explayó para contestarle.
- Juan Jonay o Román es el protagonista de la historia. Al principio se presenta como una persona, ya adulta, que después de ver la dicha película en el cine y sentir nostalgia por la persona que fue decide hacer una búsqueda por internet para intentar ponerse en contacto con alguien de su pasado. Hasta aquí algo más o menos habitual. Cuando se encuentra con don Alfredo y empezamos a saber de él de forma cronológica, desde que era un crío hasta el presente, nos podemos dar cuenta que el título del libro es más que apropiado; a Juan Jonay no le gustaba la vida que le había tocado vivir, y con ayuda de su «tío» aprovecha la oportunidad que se le presenta para cambiar toda esa parte de su vida que prefiere guardar en un baúl y olvidarse de dónde escondió la llave. Es a partir de ese momento cuando conocemos a Román, y nos explicará todo lo que ha tenido que ir haciendo para que su nueva vida sí fuera como él querría que hubiera sido la suya propia.
- Monseñor Pascual, el «tío», decía: un cura que conoce en el reformatorio modelo de Valencia y decide, en cierto modo, adoptarlo, al darse cuenta de que ése no es lugar para él y que él no está ahí por los mismos motivos que los demás. Tirando de influencias, porque además de sacerdote también era militar, y en la época franquista ambas cosas eran muy importantes, consigue crear una nueva vida para Juan Jonay, o Román como se le conocerá en adelante.
- Una de las habilidades por las que destaca el protagonista es por tener una buena mano para la pintura. Y en una galería de arte, donde va a exponer por primera vez sus obras, es donde conoce a Elia. Y la pobre Elia es la única en esta historia que, cuando conoce a Román, ignora que alguna vez existió un tal Juan Jonay y desconoce totalmente su pasado.
El personaje del protagonista principal está perfectamente construido y pormenorizadamente descrito, pero el resto de personajes me parecieron más atrezo que lo que se supone que son: personas con sus sentimientos, sus personalidades y sus peculiaridades. Apenas he podido describir nada sobre ellos, que es lo que me gusta, y he tenido que encaminar la descripción de los personajes hacia el qué hacen y qué aportan a la vida de Juan Jonay, el único personaje que puede cobrar cierto tipo de vida en esta novela.
La vida de este chico no es nada fácil; y hay escenas descritas en la novela bastante tristes. Pasando por su infancia, cuando le ocurren un sinfín de cosas que él no se busca, hasta su edad adulta, donde para mí al menos es bastante triste leer cómo tiene que adornar su vida fingiendo que es quien no es en realidad, o al menos no del todo.
La historia está bien, me ha parecido amena y muy bien escrita por Fernando Delgado, pero el argumento lo veo un poco cogido con pinzas; quizá si por internet se hubiera encontrado con más gente, compañeros tal vez, y se hubieran podido ver los intercambios de correos entre todos ellos, escritos por cada uno con sus respectivas personalidades y puntos de vista, la valoración general hubiera sido de otra manera. En muchos momentos, quizá demasiados, aunque para nada se me hizo tediosa la lectura sí me ha parecido como si el protagonista estuviera luciéndose en un eterno monólogo que, sinceramente, creo que de haber recibido ese supuesto correo electrónico don Alfredo, siendo una persona real, lo hubiera enviado directamente a la papelera de reciclaje y si le hubiera preguntado en el futuro por ese correo hubiera dicho que debió haber un error y que jamás lo recibió.
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