Reseña: Cosas raras que se oyen en las librerías, de Jen Campbell
28-X-2015
Cosas raras que se oyen en las librerías, de Jen Campbell
Páginas: 152 Editorial: Malpaso ISBN: 9788415996873
Sinopsis
Este es un libro de anécdotas en el sentido más estricto del término. Cuando un cliente se acerca a una librería no siempre sabe qué quiere leer, y si lo sabe, no conoce exactamente el título del libro que busca, o el nombre del autor del libro, o… La oportunidad para el malentendido, la anécdota o el chiste está servida. Sin embargo, detrás de cualquier chiste se esconden verdades incuestionables, que en este caso tienen que ver con el «despiste» de los clientes y la creciente incomprensión con respecto a esa pregunta tan antigua: «¿Qué es un libro?»
Opinión
No suelo leer libros de humor, pero creo que a partir de ahora les daré una oportunidad; aunque sólo sea por lo que me reí con éste. Diría que hacía tiempo que no me reía tanto con un libro, pero creo que más bien hacía mucho que no me reía así con nada, en general. Y por el buen rato que me ha hecho pasar se merece las cinco estrellas.
Aunque por el título ya se entiende de qué va a ir el libro, lo comento de todas formas: es una recopilación de anécdotas, situaciones cómicas o surrealistas en muchos casos, que algunos dueños o dependientes de librerías han contado a la autora de este libro tan salao, que también trabaja en una librería de viejo. La metaliteratura… ¡cómo me gusta!
La edición española de este libro, publicada por la editorial Malpaso, incluye también al final una serie de anécdotas ocurridas en librerías del territorio nacional; conforme vas avanzando en el libro y ves que no hay ninguna librería española piensas: bueno, será que en nuestro país no hay gente tan obtusa… craso error, porque el terremoto final llega con unas cuantas chifladuras autóctonas.
Además se incluyen unas cuantas ilustraciones representando a las situaciones más cómicas de entre las relatadas. Algunas son muy buenas, como la de la niña que quería ser abeja o la del miembro del KKK siendo un poquito racista sólo.
No hay mucho más que reseñar, porque la gracia está en las situaciones descritas e imaginarse a los pobres libreros afrontándolas de la mejor forma posible. Todo un reto.
Concluyo con alguna de las que más me han gustado:
LIBRERO: ¿Se lo envuelvo en papel o prefiere una bolsa de plástico?
CLIENTE: Bueno, yo daba por descontado que me lo iba a envolver en papel. Si se fija bien, no soy de esas personas que llevan los libros en bolsas de plástico.
LIBRERO: Lo siento. Pero no siempre resulta fácil distinguir a las personas que no llevan los libros en bolsas de plástico.
CLIENTE: Ya me parecía que usted no es muy inteligente.
CLIENTE: ¿Este es el libro que quieres, mi amor?
HIJA: ¡Sí!
CLIENTE: ¿Peter Pan?
HIJA: ¡Sí, por favor! ¡Peter Pan puede volar!
CLIENTE: Así es, hija. Peter Pan es muy bueno volando.
HIJA: Papi, ¿por qué no puedo volar?
CLIENTE: Por culpa de Darwin, cariño.
CLIENTE: Este libro está un poco roto.
LIBRERO: Así es. Algunos de nuestros libros más antiguos están un poco dañados.
CLIENTE: ¿Podéis hacerme una rebaja? Aquí dice que cuesta veinte libras.
LIBRERO: Lo siento, pero eso ya lo hacemos cuando le ponemos precio. Si el libro estuviese intacto costaría más de veinte libras.
CLIENTE: Pues hay algunos daños que podríais no haber tenido en cuenta. Esta página, por ejemplo, la acaba de romper mi hijo hace dos minutos.
LIBRERO: ¿Así que el libro ahora vale menos porque su hijo lo acaba de dañar?
CLIENTE: Exacto. Veo que me entiende. ¿Cuánto me descuenta?
Especialmente con este último me tronché de la risa.
Sin más: he de recomendarlo a todo el mundo por el buen rato que me ha hecho pasar. Si tardé más tiempo en leerlo fue sólo porque iban interrumpiéndome la lectura ls carcajadas.
¿Quieres ayudarme a reseñar más libros? Puedes pasarte por mi lista de deseos en Amazon. ¡Gracias!