Reseña: Caja negra, de Francisco Narla
14-XII-2015

Caja negra, de Francisco Narla
Páginas: 352 ISBN: 9788408143420
Comprar: papel ebook Editorial: Planeta ficha del libro
Sinopsis
Thomas Rye es un piloto de una línea aérea low cost que esconde un oscuro secreto. Sinesio Amorós es un parapsicólogo aficionado que graba unas inquietantes psicofonías que son la primera pista para resolver un misterio de origen celta que no debería ser desvelado. Cuando ambas tramas se encuentran, se inicia una angustiosa cuenta atrás de devastadoras y asombrosas consecuencias. Caja negra, publicada por primera vez en 2010, es un magistral thriller que se recupera ahora tras convertirse en un fenómeno mediático con motivo de sus desgraciadas y asombrosas similitudes con el trágico accidente de avión de los Alpes franceses.
Opinión
24 de marzo de 2015. Vuelo 9525 de la compañía aérea low cost Germanwings. Con estos datos creo que todos entendemos a qué me refiero ¿no? Ésta, Caja negra, es la novela que anticipó una de las peores catástrofes de la aviación europea. Y quiero recalcar que la anticipó porque aunque pudiera parecer que el autor basó esta novela en el accidente, la fecha de publicación original de esta obra se remonta al año 2010. ¿Quizá Andreas Lubitz leyó esta novela antes del accidente? Nunca lo sabremos.
Durante toda la historia van intercalándose los capítulos de los dos personajes principales de la novela: Thomas Rye y Sinesio Amorós, pero en muchos de ellos con una peculiaridad que me ha resultado muy interesante: no siempre terminan la historia que empieza en dicho capítulo, en ocasiones termina una escena, cambia de personaje en el próximo capítulo, y no es hasta el siguiente cuando retoma lo que estaba contando; cuando la historia es interesante te hace devorar las páginas para saber cómo continúa todo, al estilo George R. R. Martin. Ambos no pueden ser más diferentes entre sí, pero la historia unirá sus caminos al final. Lamentablemente.
En cuanto a los personajes:
- Thomas Rye: piloto de aviones con jaqueca crónica y asesino. Una presentación bastante contundente pero para nada alejada de la realidad. Asocial de mente compleja, millonario por herencia de la familia materna. Para él todo el mundo es inferior a él, no se relaciona con nadie, y cuando mejor está es cuando sólo está en compañía de sí mismo o de su próxima víctima.
- Sinesio Amorós: aporta la parte romántica a la historia. Gallego de nacimiento, al igual que el autor. Aficionado a todo lo relacionado con el mundo paranormal, sobre todo a las grabaciones de psicofonías. De carácter bonachón, se le describe reiteradamente con cierta reticencia a gastar dinero en cualquier cosa que se salga fuera de lo habitual. En un momento de la historia conoce a Rosalía, a los cuales yo ya había «shippeado» poco después de ver la fenomenal pareja que hacían.
- Y luego está Takeda Kawo, al que se le conoce más o menos de tres cuartas partes del libro en adelante. Y mejor me reservo decir nada más sobre él porque quiero que para quienes vayan a leer este libro sea la misma sorpresa que lo fue para mí. Es un personaje… curioso… cuanto menos.
Historias sobre catástrofes aéreas tanto en el cine como en la literatura se pueden encontrar bastantes, pero creo que pocas —o ninguna— como ésta. Un piloto de aviación civil que un día decide matar por primera vez y desde ese momento se convierte en una constante en su vida, va dándose cuenta de que cada vez necesita matar a más gente y de forma más seguida, hasta que un día se le cruzan los cables y decide que ha llegado el momento de buscar el límite y matar a lo grande: estrellando la aeronave que tripulaba, toda ella repleta de pasajeros.
Es asombroso como las angustiantes páginas que narran el accidente aéreo de este libro guardan tal similitud con el accidente real que comenté al principio; ir leyéndolo me provocaba la misma sensación de déjà vu que se te viene a la cabeza cuando has visto la película antes de leer el libro. La parte mala: que no fue una película; la parte buena: que, afortunadamente, el número de fallecidos fue menor en la vida real que en la novela.
Me ha encantado la ambientación y los escenarios que se pueden ir apreciando durante toda la historia; no seré yo quien diga que los pueblos inhóspitos de Maine no estén genial, de hecho me encantan; pero España no tiene nada que envidiarle en ese aspecto a Estados Unidos, la parte más centrada en la parapsicología toca diferentes partes de España conocidas por sucesos relacionados con lo paranormal, y gran parte de estos escenarios tienen lugar en Galicia, donde además han propiciado la aparición de las típicas leyendas gallegas —que me encantan— y que tanto tienen que aportar en todo lo que esté relacionado, en mayor o menor medida, con la parapsicología, los sucesos paranormales, o simplemente con alguna historias y leyendas de tiempos antiguos.
A lo largo de la historia, dada la profesión del autor y la temática del libro, van explicándose de forma más —sólo en dos ocasiones— o menos pormenorizada los protocolos y procedimientos estándares en cuanto a la tripulación de una aeronave civil se refiere. A mí no me molesta, porque me gusta la aviación y leer sobre ella; además que al estar leyendo un libro cuyo personaje principal es un piloto de aviones se entiende que alguna escena así debe haber. No obstante a quien no le sea de interés este tema pueden resultarle un pelín pesadas esas partes, pero ya digo que en relación a la extensión del libro son partes muy breves, ni por asomo todo el libro es así.
Recomiendo este libro encarecidamente a los amantes de la parapsicología. Sinesio es un loco de este tipo de investigaciones y puede hacer pasar un rato formidable leyendo sus aventuras y, a veces, también desventuras. Mi relación con la parapsicología es un tanto de amor odio, porque me encanta leer sobre todo ello, pero a la vez muchas cosas que se cuentan, o más bien cómo se cuentan, no me las creo. Aún así siempre me hace reflexionar. Y eso me gusta.
Me ha sorprendido, para bien, el autor: Francisco Narla. No había leído nada de él hasta ahora y seguro que no será lo último que lea. En este libro, durante los momentos de explicaciones, ha sabido cómo ser minucioso sin llegar a «empalagar»; y en los momentos de suspense, incluso en los más angustiosos, ha sabido cómo dejar sin que sepas qué ocurrirá hasta el final; incluso haciendo guiños a momentos ya leídos durante la historia que te dejan boquiabierto. Mi enhorabuena.
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Madre mía. Recuerdo que había oído nombrar este libro en relación con el accidente, pero jolín, sí que es verdad que hay similitudes. Estas cosas me ponen los pelillos de punta, porque me cuesta creer en la casualidad.
¡Un saludo!
Pues la verdad es que sí, son demasiadas «casualidades» juntas como para ser considerada una casualidad; aparece hasta la escena que describieron del comandante fuera de cabina y que golpeaban para entrar cuando la puerta no admitía el código y notaban que el avión iba inclinándose. Una pasada. Lo mismo es como en el libro de «Rabia», de Stephen King; que algunos estudiantes locos estadounidenses se inspiraron en él para tirotear a profesores y compañeros del instituto. Hay cada loco suelto…