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Reseña: La princesa de hielo, de Camilla Läckberg

10-VIII-2017

La princesa de hielo, de Camilla Läckberg

La princesa de hielo, de

Páginas: 416ISBN: 9788496748163

Comprar: papel ebook Editorial: Ediciones Maeva ficha del libro

Sinopsis

Tras muchos años de ausen­cia, la joven escrito­ra Eri­ca vuelve a su pueblo natal, donde ha hereda­do la casa de sus padres, recien­te­mente fal­l­e­ci­dos. Durante un paseo por las calles donde tran­scur­rieron los primeros años de su vida, tras el avi­so de unos veci­nos, des­cubre que su ami­ga de la infan­cia, Alex, aca­ba de sui­ci­darse. Con­mo­ciona­da, ini­cia una inves­ti­gación y des­cubre que Alex esta­ba embaraza­da. La his­to­ria da un nue­vo giro cuan­do la autop­sia rev­ela que su ami­ga no se sui­cidó sino que fue asesina­da. La policía detiene al prin­ci­pal sospe­choso, Anders, un artista fra­casa­do que man­tenía una relación espe­cial con la víc­ti­ma. La prince­sa de hielo lanzó a Camil­la Läck­berg hacia el estrel­la­to lit­er­ario en su Sue­cia natal. La nov­ela describe per­fec­ta­mente temas como la vida en una pequeña ciu­dad de provin­cia, la impor­tan­cia de las apari­en­cias y de los secre­tos famil­iares.

Autora

Camilla Läckberg

Camil­la Läck­berg (Fjäll­bac­ka, Sue­cia, 1974), es una pop­u­lar escrito­ra sue­ca de nov­e­las policía­cas. Pub­licó en 2002 su primera nov­ela, La prince­sa de hielo, ambi­en­ta­da en Fjäll­bac­ka, la región costera en la que nació y cre­ció. Debido a su gran éxi­to, aban­donó su car­rera como econ­o­mista y se con­vir­tió en la escrito­ra de nov­e­las de mis­te­rio que siem­pre soñó ser. Des­de entonces, su trayec­to­ria ha sido ful­gu­rante y ha super­a­do los veinte mil­lones de ejem­plares ven­di­dos en más de cin­cuen­ta país­es. La temáti­ca de sus libros parte siem­pre de un asesina­to, y durante su inves­ti­gación van surgien­do los secre­tos y mis­e­rias de sus pro­tag­o­nistas; en oca­siones se remon­ta al pasa­do para encon­trar los orí­genes y causas de los crímenes.

Opinión

Este libro no ha sido, ni de lejos, lo que yo me esper­a­ba. Cuan­do algo tiene tan­ta fama como lo tiene esta saga de libros siem­pre suben las expec­ta­ti­vas, pero no ha sido el caso. La nov­ela policía­ca es una de mis favoritas, por tan­to, es muy fácil que una nov­ela de este tipo me guste; al final, debido a esto, es por lo que ter­miné de leer este libro, si no…

Para ser jus­to, es un libro que sale de la tóni­ca habit­u­al en este tipo de nov­e­las; el per­son­aje prin­ci­pal de Eri­ca Fal­ck, sien­do escrito­ra y no policía, ayu­da al otro per­son­aje prin­ci­pal, Patrik Hed­ström, rep­re­sen­tante de la Policía en este libro u encar­ga­do de inves­ti­gar el caso del que tra­ta la his­to­ria, para con­seguir resolver el caso. Al no ser una per­sona rela­ciona­da con la inves­ti­gación sus for­mas de pro­ced­er y sus ocur­ren­cias difieren un poco de lo estric­ta­mente pro­fe­sion­al, y se puede decir que esto le da un pun­to de fres­cu­ra a la his­to­ria.

Pero a la vez, lo que de un modo es bueno, tam­bién se tor­na a veces en un sin­sen­ti­do rozan­do el despropósi­to. ¿A qué se debe que la Policía no ten­ga ni idea de cómo avan­zar en un caso, y ten­ga que ser una escrito­ra, sin nociones poli­ciales ni de inves­ti­gación, quien vaya des­cubrien­do casi por casu­al­i­dad pis­tas que los per­son­ajes que inter­pre­tan ser agentes de policía no han des­cu­bier­to… inclu­so encon­tran­do prue­bas que la Policía no encon­tró tras hac­er un reg­istro de una casa? Dicho así es inclu­so menos con­fu­so de lo que parece leyen­do el libro.

Hay que recono­cer­le no obstante, aunque tam­bién puede que ten­ga que ver que, como dije, éste es uno de mis géneros favoritos, que pese a que gran parte de lo que esta­ba leyen­do no me con­vencía, seguí leyén­do­lo has­ta el final; tuve curiosi­dad por saber, ya puesto, quién era final­mente la per­sona que había asesina­do a Alex. He de decir tam­bién que no se me había pasa­do por la cabeza que fuese la per­sona que fue… ni remo­ta­mente.

Tam­bién he de decir que hay dos per­son­ajes que me han sobra­do total­mente: Anna Fal­ck (her­mana de la pro­tag­o­nista, Eri­ca) y Lucas Maxwell. Es la rep­re­sentación abso­lu­ta de una relación tóx­i­ca, el ejem­p­lo de cómo dos per­sonas en esa situación están mejor lejos aunque haya niños de por medio. Lucas es todo lo que un hom­bre que se pre­cie de lla­marse como tal jamás debería ser; Anna actúa de la for­ma en que una mujer jamás debería actu­ar y aguan­tan­do situa­ciones que jamás se deberían de aguan­tar, porque la per­sona que las provo­ca jamás cam­biará ya que lo que quiere no es una pare­ja sino una per­sona cer­ca a la que poder dom­i­nar y con quien pagar las frus­tra­ciones que en la calle, con los demás, no es capaz de solu­cionar. Cuan­do aparecía esta pare­ja me ponía de muy mala leche, además de ser dos per­son­ajes meti­dos con calzador para rel­lenar unas cuan­tas pági­nas más del libro… no tienen ningu­na impor­tan­cia en la res­olu­ción del crimen, o al menos no más allá de cabrear al lec­tor por las esce­nas que se describen.

Leyen­do este libro me he lle­ga­do a pre­gun­tar por qué esta auto­ra se ha granjea­do la fama que tiene, por qué es tan pop­u­lar. La úni­ca respues­ta a esa pre­gun­ta que encon­tré es que, quizá, al ser éste su primer libro, ha ido mejo­ran­do con el tiem­po y quizá los otros sean mejores. No descar­to volver a dar­le una opor­tu­nidad en el futuro… pero a pri­ori no creo que próx­i­mo, hay demasi­a­dos buenos libros por leer esperán­donos, como para hac­er exper­i­men­tos y que al final sal­ga otro como éste… que si bien no puedo decir que haya sido un pési­mo libro y que haya per­di­do el tiem­po leyén­do­lo, sí puedo ase­gu­rar que de este mis­mo género los hay infini­ta­mente mejores.

Reseña: Los ritos del agua, de Eva García Sáenz de Urturi

3-VIII-2017

Los ritos del agua, de Eva García Sáenz de Urturi

Los ritos del agua, de

Páginas: 448ISBN: 9788408169451

Comprar: papel ebook Editorial: Planeta ficha del libro

Sinopsis

Ana Belén Liaño, la primera novia de Krak­en, aparece asesina­da. La mujer esta­ba embaraza­da y fue eje­cu­ta­da según un rit­u­al de hace 2600 años: que­ma­da, col­ga­da y sumergi­da en un caldero de la Edad del Bronce. 1992: Unai y sus tres mejores ami­gos tra­ba­jan en la recon­struc­ción de un pobla­do cántabro. Allí cono­cen a una enig­máti­ca dibu­jante de cómics, a la que los cua­tro con­sid­er­an su primer amor; 2016: Krak­en debe deten­er a un asesino que imi­ta los Ritos del Agua en lugares sagra­dos del País Vas­co y Cantabria cuyas víc­ti­mas son per­sonas que esper­an un hijo. La sub­comis­aria Díaz de Sal­vatier­ra está embaraza­da, pero sobre la pater­nidad se cierne una duda de ter­ri­bles con­se­cuen­cias. Si Krak­en es el padre, se con­ver­tirá en uno más de la lista de ame­naza­dos por los Ritos del Agua.

Autora

Eva García Sáenz de Urturi

Eva Gar­cía Sáenz de Urturi (Vito­ria, Ála­va, España, 1972) vive en Ali­cante des­de los quince años. Diplo­ma­da en Ópti­ca y Optometría, durante una déca­da ocupó diver­sos puestos de direc­ción en el sec­tor ópti­co y pos­te­ri­or­mente desar­rol­ló su car­rera pro­fe­sion­al ocu­pan­do una plaza de tit­u­lar en la Uni­ver­si­dad de Ali­cante. En 2012 irrumpe en el mun­do de la lit­er­atu­ra con su nov­ela La vie­ja famil­ia (La saga de los longevos, 1), un fenó­meno de ven­tas y críti­ca que ha sido tra­duci­do al inglés y pub­li­ca­do con gran éxi­to en Esta­dos Unidos, Gran Bre­taña y Aus­tralia. En la actu­al­i­dad prepara su próx­i­ma nov­ela, además de impar­tir cur­sos y ponen­cias de már­ket­ing, moti­vación y lit­er­atu­ra.

Opinión

Esta auto­ra lo ha vuel­to a hac­er. Cuan­do leí El silen­cio de la ciu­dad blan­ca (Eva Gar­cía Sáenz de Urturi, 2016), y después supe que iba a ser una trilogía, esta­ba a la par impa­ciente y asus­ta­do. Impa­ciente: igual que lo estoy aho­ra, porque quería leer el sigu­iente libro que con­tin­u­ase esta his­to­ria que tan­to me gus­ta; asus­ta­do: porque cuan­do un primer libro me gus­ta tan­to siem­pre existe la posi­bil­i­dad de que los demás libros no estén a la altura y sean decep­cio­nantes aunque sólo sea en com­para­ción. Está claro que, al menos en éste, me he queda­do bien tran­qui­lo. No sabría decir aho­ra mis­mo con certeza si me ha gus­ta­do más que el ante­ri­or, pero como mín­i­mo lo ha igual­a­do; la tra­ma ante­ri­or es muy bue­na, pero las ret­ro­spec­ciones de éste (seña de iden­ti­dad de esta trilogía) con el cam­pa­men­to, Annabel Lee y Rebe­ca, me han entretenido mucho más que las ret­ro­spec­ciones del ante­ri­or, así que muy prob­a­ble­mente este segun­do le haya gana­do la batal­la al primero. ¡Y no puedo ale­grarme más por ello!

La auto­ra tiene una habil­i­dad espe­cial para ir pre­sen­tán­dote, con­forme avan­za la inves­ti­gación, un nutri­do grupo de sospe­chosos que, a pri­ori, aunque pos­te­ri­or­mente puedan ir descartán­dose, tienen altas prob­a­bil­i­dades de ser el asesino que están bus­can­do. En el primer libro ya fue difí­cil, has­ta que no resultó evi­dente, spoilearme tratan­do de adiv­inar quién podría ser, pero es que en éste me he sen­ti­do todavía más engaña­do… En el primero no tenía la certeza; en cam­bio, en éste, sí tenía la certeza de que había adiv­ina­do quién era… de repente plot twist no podía ser, tenía que ser… plot twist de nue­vo, no era ése, era… Y, de nue­vo, has­ta que no ha sido evi­dente, aunque era uno de los sospe­chosos que bara­ja­ba, ni por aso­mo al que más rel­e­van­cia le había dado. Te marea de una for­ma que al final te vuelves para­noico, como los policías encar­ga­dos del caso, y empiezas a sospechar de todos.

Para quienes (n)os gus­tan las nov­e­las policía­cas clási­cas, donde el autor te marea lo que le da la gana, donde nada es lo que parece, en las que en una pági­na estás pen­sa­do que alguien es bueno y en la próx­i­ma que es malo pero que puede que ningu­na de las con­clu­siones sea del todo acer­ta­da (tonos de gris), este tipo de his­to­rias son una ben­di­ción.

De nue­vo se con­ju­gan en una mis­ma his­to­ria los rit­uales celtas que tan­to me gus­tan con la inves­ti­gación poli­cial mod­er­na; lo que podría pare­cer un oxí­moron: la unión de una de las tradi­ciones y ritos más antigu­os que se cono­cen con la for­ma de inves­ti­gar del siglo XXI y todas las nuevas tec­nologías que hay hoy en día al alcance de quien sepa usar­las, se com­bi­na muy bien dan­do for­ma a una his­to­ria que, como en el primer vol­u­men, engan­cha des­de las primeras pági­nas.

Personajes

Aunque los per­son­ajes más recur­rentes siguen sien­do los mis­mos: Krak­en, su abue­lo, su her­mano Ger­mán, su cuadrilla vito­ri­ana, su com­pañera y ami­ga Estíbal­iz, la subin­spec­to­ra Alba… en esta con­tin­uación hay una fina línea que sep­a­ra (y que atraviesa en oca­siones) los per­son­ajes secun­dar­ios recur­rentes y los sospe­chosos o inves­ti­ga­dos, por lo cual en real­i­dad todos ellos van turnán­dose el pro­tag­o­nis­mo para que en cada parte del libro cada uno de ellos ten­ga más rel­e­van­cia que los demás; me ha gus­ta­do mucho este esti­lo.

Para quienes os encan­diló el Tasio Ortíz de Zárate de la primera parte, en este libro es mucho menos impor­tante, pero pese a ello tiene algunos cameos para que nadie pue­da echarle de menos.

El Krak­en de este libro empieza sien­do bas­tante difer­ente al que se nos pre­sen­tó en el ante­ri­or. Aquí viene un spoil­er del primer libro, pero ni me molesto en ocul­tar­lo porque si estáis leyen­do esta reseña es porque ya sabéis al menos de qué va el primer libro. Las secue­las por el sus­to que nos dio al final de la primera parte de esta trilogía están pre­sentes durante la may­or parte de la his­to­ria, su cere­bro aún no fun­ciona todo lo bien que debería y como con­se­cuen­cia sigue sin poder hablar y tiene que comu­ni­carse escri­bi­en­do todo lo que quiere trans­mi­tir; sus inter­ven­ciones, al prin­ci­pio sobre todo, son más breves ya que no está acos­tum­bra­do a comu­ni­carse de ese modo, pero con­forme va cogien­do prác­ti­ca, y después prin­ci­pal­mente cuan­do su tratamien­to va mejo­ran­do, vuelve a ser el mis­mo que era cuan­do se nos pre­sen­tó en la primera parte.

La his­to­ria entre Krak­en y Alba, que en la primera parte pedía deses­per­ada­mente que se hiciese real­i­dad y que per­mi­tiesen a esos dos per­son­ajes dar rien­da suelta a sus deseos, en este libro pasa por altiba­jos… y aunque todavía no es lo que a mí me gus­taría, podría decirse que de algún modo hay pro­gre­sos y mejo­ra bas­tante. A ver si la auto­ra en el ter­cer libro deja que fluya el amor libre­mente…

Pros y contras

Mi pro va para el esti­lo que tiene esta saga, los asesinatos en serie imi­tan­do ritos celtas, de paso la pro­fun­dización en estos ritos y cos­tum­bres que tan­to me gus­tan a la vez que los inves­ti­gadores nece­si­tan obten­er infor­ma­ción para inten­tar la res­olu­ción del caso; des­cubrir tam­bién, de paso, his­to­rias de per­son­ajes rel­e­vantes de los pueb­los de la Edad del Hier­ro. Y pese a ello no se le puede con­sid­er­ar una nov­ela históri­ca, pues su tra­ma prin­ci­pal es la policía­ca y la res­olu­ción de un crimen, pero están tan bien lig­adas que… es una deli­cia.

En el ante­ri­or libro mi con­tra iba para la relación entre la sub­comis­aria y el inspec­tor, que no fue del todo como me hubiese gus­ta­do; en este, como dije, hubieron avances, así que no puedo pon­er­le ese con­tra y no se me ocurre ningu­na otra cosa que no me haya gus­ta­do. Así que en esta ocasión el con­tra que­da desier­to, con esper­an­zas de que en el ter­cer libro Alba y Krak­en puedan ser felices por fin. Esto ha son­ado muy ñoño, pero creo que se lo mere­cen mucho.

Reseña: Kallocaína, de Karin Boye

31-VII-2017

Kallocaína, de Karin Boye

Kallocaína, de

Páginas: 224ISBN: 9788493856885

Comprar: papel ebook Editorial: Gallo Nero Ediciones ficha del libro

Sinopsis

Kallo­caí­na es el nom­bre del suero de la ver­dad que el cien­tí­fi­co Leo Kall ha inven­ta­do para garan­ti­zar al Esta­do seguri­dad y esta­bil­i­dad, pero la ver­dad se escapa a la instru­men­tal­ización y sus efec­tos son demole­dores: el pro­tag­o­nista asiste hor­ror­iza­do al sur­gir grad­ual de una con­cien­cia indi­vid­ual y autóno­ma con la que inten­ta luchar. Escri­ta en 1940, Kallo­caí­na es una nov­ela antiutópi­ca, en la línea de 1984 (George Orwell, 1949) que se pub­licó unos años más tarde, inspi­ra­da en el apo­geo del nacional­so­cial­is­mo en Ale­ma­nia. Con la serie de nov­e­las antiutópi­cas que vieron la luz en la segun­da mitad del siglo XX, com­parte la visión pes­imista de un futuro total­i­tario y deshu­man­iza­do, pero lo que hace de Kallo­caí­na algo úni­co en su género es la con­cep­ción de la dic­tadu­ra como algo inher­ente a la con­cien­cia indi­vid­ual. Karin Boye describe con lucidez un futuro gris, dom­i­na­do por un Esta­do poli­cial que lle­ga a invadir la esfera pri­va­da de los ciu­dadanos suprim­ien­do toda for­ma de lib­er­tad. Los hom­bres se han con­ver­tido en máquinas cuya fun­ción prin­ci­pal es repro­ducirse, obe­de­cer y no sen­tir.

Autora

Karin Boye

Karin Boye (Gotem­bur­go, Sue­cia, 1900 — Alingsås, Sue­cia, 1941) fue una poet­i­sa y nov­el­ista sue­ca, y una de las per­son­al­i­dades más sen­si­bles e inno­vado­ras de la lit­er­atu­ra escan­di­na­va de la primera mitad del siglo XX. En 1932, tras la rup­tura de su mat­ri­mo­nio, tuvo una relación con Gun­nel Bergström, la esposa del poeta Gun­nar Ekelöf. Se sui­cidó en 1941, cuan­do los naz­i­fascis­tas invadieron Gre­cia. Después de la Primera Guer­ra Mundi­al se une al movimien­to paci­fista Clarté y via­ja por Europa, vivien­do las inqui­etudes de su tiem­po: visi­ta la Unión Soviéti­ca de Stal­in en 1928, la Ale­ma­nia nazi de Hitler en 1932 y en 1938 la tan anhela­da Gre­cia. Su nov­ela Cri­sis (Kris, 1934) mues­tra su cri­sis reli­giosa y su les­bian­is­mo. En sus nov­e­las El des­per­tar de los méri­tos (Mer­it vak­nar, 1933) y Muy poco (För lite, 1936) explo­ra el juego de roles mas­culi­no y femeni­no. Fuera de Sue­cia, su obra más cono­ci­da es Kallo­caí­na (1940). Inspi­ra­da en el apo­geo del nacional-social­is­mo en Ale­ma­nia, es un retra­to de una sociedad antiutópi­ca del mis­mo tenor que 1984 (George Orwell, 1949) y Un mun­do feliz (Aldous Hux­ley, 1932). En la nov­ela, un cien­tí­fi­co ide­al­ista lla­ma­do Leo Kall inven­ta la Kallo­caí­na, una especie de suero de la ver­dad.

Opinión

¿Qué hace difer­ente a esta distopía de las demás? En primer lugar: que es poco cono­ci­da; en segun­do: que fue escri­ta en 1940 por una mujer, moti­vo por el cual puede que se dé el pun­to ante­ri­or. Leyen­do este libro, si no sabes la fecha de pub­li­cación ni lees el pról­o­go (en el que se comen­ta este pun­to) puedes pen­sar fácil­mente: ¡la leche, otra bur­da copia de 1984! Pero nada más lejos… Muchas esce­nas que se cuen­tan aquí, en cier­ta man­era, tam­bién se cuen­tan en 1984, pero lam­en­ta­ble­mente el padre de las distopías es de sobra cono­ci­do por todo el mun­do y, en cam­bio, la madre de las distopías pues… eso.

Este libro no es como Un mun­do feliz (Aldous Hux­ley, 1932), 1984 (George Orwell, 1949) o Fahren­heit 451 (Ray Brad­bury, 1953) en el que desta­can per­sonas que, des­de el ini­cio, están en con­tra del sis­tema total­i­tario y opre­sor que nos describen estos libros, y que hace lo que esté en su mano para der­ro­car el poder; en Kallo­caí­na, Leo Kall, que así se lla­ma el pro­tag­o­nista, es un indi­vid­uo con el seso com­ple­ta­mente sor­bido por el Esta­do: pien­sa como le han incul­ca­do que piense, actúa como todo buen con­mílite debería hac­er­lo… en fin, una per­sona que se cree al cien por cien toda la basura que les meten en la cabeza y que pien­sa com­ple­ta­mente con­ven­ci­do que estar como están es la mejor de las situa­ciones posi­bles… has­ta que lle­ga el momen­to en que sus con­vic­ciones fal­lan y empieza a ver las cosas de difer­ente for­ma.

La evolu­ción del per­son­aje aquí es notable respec­to los cita­dos libros que aban­der­an las distopías, pues en aque­l­los los que empiezan sien­do buenos con­tinúan sién­do­lo durante toda la nov­ela; en cam­bio, en éste, Leo, que per­sonal­mente empecé el libro vién­do­lo un tan­to indifer­ente, que con­tin­ué la his­to­ria y empezó a caerme un poco mal por sus comen­tar­ios y por lo lava­do que tenía el cere­bro, y que llegué al cul­men de la his­to­ria pen­san­do: parece que has­ta los más imbé­ciles tienen reme­dio, podría decirse que con­forme avan­za la his­to­ria se trans­for­ma de malo a bueno.

Es una lec­tura un tan­to extraña; difí­cil de que en los primeros com­pas­es enganche, prin­ci­pal­mente debido al pro­tag­o­nista, Leo Kall, y su robo­t­i­za­do y sum­iso com­por­tamien­to respec­to a la doc­t­ri­na que incul­ca el Esta­do del Mun­do. En oca­siones, se hace inclu­so repe­lente leer cómo una per­sona puede ten­er el cere­bro tan lava­do por un sis­tema dic­ta­to­r­i­al que pri­va a los ciu­dadanos de todo sal­vo de tra­ba­jar para el Esta­do… aunque después pien­sas en cómo está el per­cal actual­mente y lo mis­mo tam­poco es que sea tan difer­ente…

Cuan­do avan­zas en la lec­tura y empiezas a cono­cer a otros per­son­ajes como Lin­da (la mujer de Leo), Ris­sen (el jefe de Leo) o Kar­rek (el jefe de la Policía) se abre un hor­i­zonte, has­ta el momen­to bas­tante oscuro y desco­ra­zon­ador, ya que entran en juego más per­son­al­i­dades, no tan suma­mente sum­isas, y que le apor­tan val­or aña­di­do a la his­to­ria.

Ya hacia el final, al revés que al ini­cio (con un avance muy lento y cen­trán­dose en la descrip­ción del esce­nario y del Esta­do del Mun­do), todo comien­za a acel­er­ar brus­ca­mente, se pre­cipi­ta la his­to­ria, y ter­mi­na con un final ines­per­a­do y quizá tam­bién algo pre­cip­i­ta­do… un tan­to light, sin demasi­a­da acción, y en el que pueden quedar algu­nas dudas por resolver de las que hayan surgi­do durante el tran­scur­so de la his­to­ria, de las que esperas que en un futuro se expliquen pero que ese momen­to no lle­ga a ocur­rir nun­ca.

En gen­er­al en los per­son­ajes tam­poco se pro­fun­diza demasi­a­do, sal­vo en los casos en los que la Kallo­caí­na entra en con­tac­to con las venas de los per­son­ajes y empiezan a decir en voz alta pen­samien­tos ínti­mos que van en con­tra de lo que el Esta­do quiere que piensen los ciu­dadanos, que en muchos casos fin­gen pen­sar­lo, pero que en real­i­dad no lo pien­san. Y sal­vo en un caso, podría decirse que todos los demás per­son­ajes que se some­ten a esta sus­tan­cia son per­son­ajes secun­dar­ios (o inclu­so más allá de eso) sin demasi­a­da rel­e­van­cia en el tran­scur­so de la his­to­ria, así pues, aunque de esos per­son­ajes se conoz­ca más infor­ma­ción, podría decirse que es infor­ma­ción poco rel­e­vante.

Pros y contras

Mi pro va dirigi­do al des­cubrim­ien­to de este libro en sí, al saber que hay algo más allá de 1984, que aunque me encan­ta y es uno de mis libros favoritos de todos los tiem­pos, al leer este libro sabes que sus ideas no eran del todo orig­i­nales, porque este libro se pub­licó nueve años antes y algu­nas de las cosas tan car­ac­terís­ti­cas de 1984 se pueden ver, aunque sea de pasa­da, en este libro. Y eso es algo que merece ser val­o­rado y recono­ci­do.

Mi con­tra va para el prin­ci­pio y el final de la his­to­ria; el prin­ci­pio, porque no engan­cha lo que debería, y puede hac­er que algunos lec­tores no le den la opor­tu­nidad que sin duda merece el libro porque les eche un poco para atrás; el final, por no sacar­le más par­tido, por acel­er­ar más de la cuen­ta y forzar a que los acon­tec­imien­tos prác­ti­ca­mente se pre­cip­iten, lle­gan­do a lo que parece un final imag­i­na­do pre­vi­a­mente a lle­gar a él, pero como si se hubiese ago­ta­do a la cre­ativi­dad para enlazar el nudo con el desen­lace de for­ma más pau­sa­da, entreteni­da y elab­o­ra­da para los lec­tores.