Reseña: Blancanieves, de Jacob y Wilhelm Grimm
21-X-2016

Blancanieves, de Jacob y Wilhelm Grimm
Páginas: 64 ASIN: B00XA71KZE
Comprar: papel ebook Editorial: Nórdica Libros ficha del libro
Sinopsis
En 1812 Jacob y Wilhelm Grimm publicaron en la ciudad alemana de Kassel un volumen que reunía los conocidos cuentos populares.
Ahora oímos un rumor que se acerca: «aihó, aihó…». ¿Os suena? Pues sí, son los enanitos de Blancanieves. Con la nueva traducción, de Isabel Hernández, y el impresionante trabajo gráfico de Iban Barrenetxea es la edición perfecta para redescubrir este relato clásico y es nuestro homenaje a los Grimm en este aniversario.
Opinión
Quise leer este libro porque tenía intención de leer la antología Humo y espejos (Neil Gaiman, 1999); y esa antología contiene el relato Nieve, cristal y manzanas que, aunque todavía no lo leí y no sé qué tal estará, tengo entendido que es una especie de Blancanieves al que Gaiman le ha dado alguna vuelta de tuerca; y quería tener más o menos reciente el cuento original.
Me alegra sobremanera saber que es como el cuento que ya todos conocemos, y que seguro que todos hemos escuchado mil veces cuando éramos pequeños. No tenía claro si lo que yo conocía podía ser alguna versión edulcorada del original… como desgraciadamente pasa en tantos casos de libros clásicos rescatados y adaptados a los niños. Pero nada que ver en este caso, y eso ha sido el mejor descubrimiento que he podido tener en este libro.
Es un relato muy breve, pero en la edición que he leído al texto también le acompañan en sus escasas páginas unas ilustraciones muy llamativas dibujadas por Iban Barrenetxea.
De este cuento pueden ser extraídas unas cuantas moralejas que, de calar hondo en los niños pequeños, seguro que les hacen un favor para lo que les resta de vida. La primera y principal tiene que ver con la envidia en el más horrible sentido que esa palabra puede tener, la envidia sobre cualquier posesión de los demás o incluso sobre ellos mismos, y cuando ésta existe dentro de uno en extremos insanos puede hacernos cometer los peores actos imaginables; otra moraleja que sacar son las falsas apariencias, pretender ser quien no se es siempre es una forma de engaño hacia el prójimo, y si además se produce este engaño con el único fin de hacer daño, que es justo lo que ocurre en este cuento, entonces se ha caído lo más bajo que se podía caer; y otra con la que me quiero quedar es la candidez, o más bien el exceso de ella… hay que tratar de ser buenas personas, y de un modo u otro, intentar ser cada día la mejor versión de nosotros mismos, pero siempre alejándose lo máximo posible de pecar de ingenuos como aquí le sucede vez tras vez a Blancanieves, porque entonces es muy fácil que los demás nos hagan daño, porque se lo estamos permitiendo abiertamente.
Todas ellas son cosas que, sobre todo siendo ya adultos, es difícil no caer a veces en la tentación, aunque sea en pequeñas dosis y sin no demasiada mala intención… pero ése es otro tema.
En definitiva: un clásico entretenido con el que un niño puede disfrutar, pero también del que un niño ya no tan niño y buen entendedor puede aprender lecciones sin darse cuenta de que las está aprendiendo.
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A mí me interesaría leer todos el recopilatorio de cuentos de los hermanos Grimm, más que coger un título individual. A ver cuanto consigo hacerme con toda la antología, ya que me interesan todos los cuentos por igual. Como bien dices, antes de leer las obras de autores modernos, como Gaiman, siento que si leyera antes los tradicionales me sabrían mejor las lecturas.
Saludos.
Sí, es cierto, ya le tengo echado un ojo a una recopilación que no está mal de precio, pero ahora ponerme a leerlos todos… No sé, no lo veía. Sólo quería poder leer a Gaiman sabiendo si el cuento que yo conocía era como en realidad era o no. En realidad en los libros contemporáneos, aunque no sea como en el caso de ese relato de Gaiman, que es quizá una especie de homenaje al cuento en cuestión, siempre hay alguna idea que parte desde un clásico, y sólo si se han leído esos clásicos o se conocen los cuentos o leyendas en las que se pueden haber basado se pueden identificar. Porque tras tantos siglos de letras… pocas ideas genuinamente originales quedarán ya; en algo todas saldrán de algo que, aunque de forma inconsciente, se asemejará a algo que ya posiblemente se haya leído hace años en algún libro. Y claro, cuando encuentras esas referencias o piensas que el autor puede haber sacado la ia idea de tal o cual libro se disfruta mucho más. 😀 ¡Un saludín!